Con las bajas temperaturas, no es de extrañar que notemos que la piel de nuestro rostro se ve más seca y opaca.
Es por esto que conversamos con la doctora Constanza Ullrich, dermatóloga de Clínicas RedSalud, quien explica que el frío empeora la circulación de la sangre, generando frecuentemente picazón en la piel, la resequedad de ésta, incluido los labios, en donde también se pueden presentar fisuras y boqueras, sabañones en las manos y empeoramiento de la rosácea. En este último punto, la calefacción juega otro rol importante en esta época, intensificando los efectos de la rosácea.
¿Cómo influye la contaminación?
Al igual que el sol y el tabaco, la contaminación es uno de los agentes externos que más dañan la piel, envejeciéndola prematuramente. Por eso, un ambiente con peor calidad del aire, se relaciona a efectos perjudiciales peores para la dermis.
Y si bien la mayor atención por lo general está puesta en la piel del rostro, ya que es la más expuesta en esta época del año, la piel no expuesta también es proclive a manifestar síntomas en invierno, por ejemplo, resequedad o ronchas e irritación causadas por la transpiración si no usamos prendas de materiales adecuados para nuestra piel. “Preferir el algodón como primera capa es una buena medida, ya que es una tela que permite la respiración del cuerpo y ayuda a prevenir sarpullidos y otras manifestaciones propias del exceso de sudoración”, comenta la Dra. Ullrich.
Cuatro consejos para cuidarnos este invierno
– No olvidar la humectación: pensar que tener la piel más cubierta en invierno implica olvidarse del resto del cuerpo es un error, especialmente después de las duchas. “Como habitualmente son más calientes en esta época del año, se puede generar mayor resequedad y picazón en el cuerpo”, comenta la Dra. Ullrich.
– Bálsamo labial, un básico: siempre contar con uno con factor solar para usar libremente durante el día.
– El protector solar es clave: no dejar de usar protección por pensar que los días más nublados disminuyen la exposición a la radiación solar. Puede que baje, pero siempre está presente.
– Mantener una vida sana: el cuidado de nuestro cuerpo parte por el interior y tener una alimentación saludable y mantenerse siempre activos redunda en una piel más linda y sana.
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