Más de 120 mujeres aspiran a coronarse este sábado como la nueva Miss Mundo en una glamurosa gala en la ciudad tropical china de Sanya, que contará con un fuerte sabor latino.
Las participantes llevan un mes congregadas en Sanya, donde han podido conocerse entre sí y compartir rasgos culturales de su país, como la exhibición de un traje típico de la región que representan.
Tras su llegada, Miss Mundo organizó un tradicional evento en el que las aspirantes realizaron una demostración de un baile originario de sus respectivos países y explicaron el significado que se le brinda a la pieza artística en su nación.
De acuerdo con la organización, en esta sexagésimo octava edición del concurso las aspirantes se agruparán en 6 secciones según los continentes a los que pertenecen: Asia, Oceanía, Europa, África, América y Caribe.
Dentro de los pronósticos del portal especializado “Global Beauties” figura la chilena Anahí Hormazábal, estudiante de ingeniería que se ha situado en el “top cinco” de las favoritas y que ha impactado en las redes sociales por su finura y estilismo.
Entre las treinta primeras aparecen de esa lista también la mexicana Vanessa Ponce De León, la panameña Solaris Barba, la peruana Clarisse Uribe y la venezolana Veruska Ljubisavljevic.
La representante de este país finalmente acudirá al concurso tras ganar en septiembre una demanda que interpuso contra el certamen de belleza de Miss Venezuela.
La joven demandó al popular concurso, conocido en el país como la “fábrica de reinas”, porque le habían negado el derecho de representar a Venezuela en Miss Mundo tras habérselo ganado al coronarse como primera finalista a pesar de exceder el límite de edad establecido para la competición.
El resto del sabor latino en esta edición lo pondrán las representantes de Colombia, República Dominicana, Ecuador, Argentina, Bolivia, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay y Puerto Rico, que, según los “missólogos”, en principio no parten con tantas opciones.
Este año, el evento conmemorará el trigésimo aniversario del establecimiento de la provincia insular de Hainan, que las autoridades chinas buscan convertir en un centro internacional de turismo, consumo y zona de logística estratégica nacional.
“Miss Mundo ha contribuido a potenciar la industria turística de Sanya y ha impulsado los negocios de belleza en la ciudad”, dijo recientemente el vicealcalde de Sanya, Dai Yuming, durante un encuentro con la prensa.
En esta edición, los organizadores aseguraron que el jurado se regirá por un “renovado código de ética” y una nueva forma de trabajo para elegir, en una glamurosa y esperada gala, a quién sucede en el trono a la india Manushi Chhillar, la ganadora de 2017.
Las candidatas latinoamericanas esperan recuperar el trono perdido en 2016, cuando la puertorriqueña Stephanie Del Valle salió ganadora, mientras que en 2011 hizo lo propio la venezolana Ivian Sarcos.
De hecho, Venezuela, tradicional potencia en los concursos de belleza, es el país que, junto con India, lidera el número de coronas de Miss Mundo, ambos con seis.
Otros países latinoamericanos con ganadoras son Argentina (dos veces), Perú (otras dos) y la República Dominicana (una vez).
El certamen de Miss Mundo, celebrado por primera vez en 1951 en Londres pasa por valorar la belleza integral, la elegancia, la personalidad, la pose, la seguridad, la conciencia social y la salud física de las aspirantes, procedentes de más de 120 países.
El concurso, cuya organización es británica, tuvo su sede en Londres durante 37 años, pero en 1989 viajó por primera vez, a las lejanas tierras de Hong Kong, que por aquel entonces todavía eran una de las últimas colonias del antiguo imperio británico.
Desde entonces ha llegado a lugares como Sun City (Sudáfrica), Atlanta (EEUU), las islas Seychelles o Bangalore (la India), además de Varsovia y Sanya.
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