Desde que comenzó el movimiento #Niunamenos, las denuncias públicas por casos de acoso o abuso sexual son cada vez más frecuentes.
Sin embargo, desde el “Día Internacional contra la Violencia a la Mujer” se ha notado un incremento en las redes sociales de testimonios de mujeres que denuncian haber sido violentadas. Sobre todo, después de la performance del colectivo feminista “LasTesis”, que con su canto y coreografía de “Un violador en tu camino”, abrieron las puertas para que cientos de mujeres se atrevieran a alzar la voz para visibilizar situaciones de abuso.
En este contexto, la psicóloga clínica, Vanessa Tosso Cabezas, analizó en Braga de El Mostrador el efecto psicológico que existe detrás de las denuncias en redes sociales sobre situaciones de abuso y acoso sexual de parte de hombres a mujeres. Ante esta situación, establece dos tipos de voces que se han hecho notar:
– Los que apoyan la funa y dan validez a los testimonios.
– Los que critican este hecho catalogándolo como una “moda”.
Para la profesional, esto tiene un significado mucho más profundo que una “simple moda”, y apunta a que esto tiene que ver con los procesos de sanación por los que deben atravesar las víctimas.
Uno de los más importantes es la liberación de la carga de angustia y la necesidad de que tu relato sea validado por otros.
“Pasa muchas veces que este discurso no es aceptado en el círculo más íntimo de la víctima, y escuchamos los típicos discursos de gente con un pensamiento más primario en donde te dicen que la culpa la tienes tú por andar con esa falda, con ese escote o por andar caminando sola, muchas veces me ha tocado escuchar a mis pacientes que sus familiares más cercanos les respondían ‘bueno agradece que no te pasó algo más’, lo cual es algo completamente desesperanzador para la persona que sufre un abuso como este”, afirma la profesional.
En cuanto al cuestionamiento por no denunciar antes, que se le hace a las mujeres violentadas, la psicóloga dice que, “la gente no entiende la dinámica de relaciones de poder, la manipulación emocional y el miedo que genera eso en las víctimas. Y por otro lado, tampoco entienden que las personas que han sido vulneradas hablan cuando pueden y cuando se sienten preparadas.
El poder terapéutico de la “funa”
La psicóloga clínica, con gran trayectoria en el tratamiento y acompañamiento de víctimas tanto del género femenino como masculino, que han sufrido violaciones, abuso sexual y diversos tipos de vulneraciones, explicó además a Braga de El Mostrador, que “cualquier evento traumático de vulneración, provoca un quiebre en el ‘yo’, y que nuestro cuerpo utiliza una serie de mecanismos de defensa psíquicos para poder sobrevivir, y claro, en ese momento de fragilidad, esas personas no pueden hablarlo, muchas veces por miedo al qué dirán”.
Es por esto que, según explica la psicóloga, la “funa” se transformaría en una especie de catarsis necesaria para superar situaciones de este tipo, “provocando un nuevo canal de comunicación abierto, en donde ellas o ellos mismos se dan cuenta que no están solos (…) Una de mis pacientes tenía entre sus síntomas el tema de la desconfianza hacia el otro, con este estallido social, me han llegado comentarios de que el que está al lado tuyo te cuida, no necesariamente te va a hacer un mal, no necesariamente te va a vulnerar” finaliza.
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