La relación entre madre e hijos no siempre es buena, existen altos y bajos que convierten este vínculo en un constante amor y odio. Esto, dependiendo de la etapa por la que se está atravesando, a veces incrementa. Pero, aunque no lo creas, existen aquellos vínculos que son más odio que amor y en donde la relación nunca mejora. Esto muchas veces se debe una figura materna tóxica, una realidad que se vive en muchas familias.
Es que existen madres dañinas que pueden perjudicar profundamente el crecimiento y desarrollo de su hijo/a a partir del trato que le brinda. Así lo explica el psicólogo Hernán Cancio a la revista española Cosmopolitan.“Se puede entender por madre tóxica aquella que no cumple su función de nutrir afectivamente y facilitar la autonomía de sus hijos”, explica.
Si durante tu infancia, por ejemplo, tu madre nunca fue una figura de protección y sus tratos solo te brindaban miedo, entonces significa que no te educó de una manera saludable y, lo más probable, es que haya inculcado en ti esa crianza y tú vuelvas a repetirla en un futuro. “Puede producirse como una repetición de sus propias experiencias infantiles y, en otros casos, porque a través de la manipulación y la utilización de sus hijos satisfacen necesidades personales”, señala Cancio.
Para el experto esto sucede porque son madres que en realidad no deseaban la maternidad, demostrando su frustración con el hijo de distintas maneras y transformando la vida del niño en una pesadilla. “No exagero si digo que un porcentaje altísimo de mis pacientes que sufren ansiedad, culpa, tristeza, dependencia emocional o inseguridad se han criado con ellas”, explica la psicóloga Patricia Ramírez en su blog, para el periódico El País, PlenaMente.
Incluso, muchas veces estas madres están consciente de lo que están haciendo y de cómo están perjudicando a sus hijos. “En la mayor parte de los casos se presentan como víctimas preocupadas de sus hijas, cuando a través de esos sentimientos las gobiernan y controlan a través de la culpa y la vergüenza”, añade Hernán.
La psicóloga Olga Carmona, directora de Psicología Ceibe, define estas madres, también en revista Cosmopolitan, como “tan narcisistas e infantiles que siempre se pondrán en primer lugar”. Además, agrega que el primer paso es reconocer el tipo de madre que a uno le tocó y aceptar su realidad. “Es necesario pasar por un duelo al renunciar a la madre que nunca tendrás para poder seguir adelante. Y la distancia física es sólo un peldaño superficial de todo el recorrido, que pasa por la verdadera distancia: la emocional”, afirma la psicóloga.
Según la experta existe una solución. Y esta es comenzar a vivir superponiéndote sobre esa madre: primero tú y tus necesidades, luego ella. Para esto es fundamental suplir esta falta de amor con más amor. “Primero hacia uno mismo, después hacia una pareja y, sobre todo, hacia los hijos, pues representan la oportunidad de convertirte en la madre que no tuviste, algo en sí mismo sanador”, dice Olga.
¿Cómo saber si estás en presencia de una madre tóxica?
Estos son algunos de los rasgos que la definen
– Infantil: Muchas veces el rol se invierte, sintiéndote tú más madura que ella.
– Narcisista: Ella siempre tienen la razón y está por encima de los demás.
– Víctima: Siempre busca la oportunidad para mostrarse como la marginada, todos están contra ella.
– Envidiosa: No le gusta ver triunfar a otras personas o constantemente cree que la envidian.
– Manipuladora: Se aprovecha de su facultad como madre contigo para conseguir lo que necesita.
– Fría: Es distante y jamás te ha dado una muestra de cariño ni empatía.
– Crítica: Hace comentarios peyorativos y constantemente te hunde.
Cuatro formas de llevarte bien con tu mamá y no dañar la relación – Biut.cl
La relación madre e hija es casi siempre de amor y odio. Y es que aveces pueden sentir que son las mejores amigas, pero otras no es posible mirarse sin discutir. Muchas veces esto depende de la etapa que estemos atravesando.
COMENTAR