Las redes sociales cada vez van tomando más fuerzas, convirtiéndose en uno de los principales medios de comunicación. Youtube, Snapchat, Instagram, Facebook o Whatsapp, ya son parte de nuestra cotidianidad, sobre todo de los más jóvenes. Pero ¿cómo afecta su desarrollo social?
La psicóloga infanto-juvenil Fernanda Orrego, académica de la Universidad San Sebastián, explica que el desarrollo social de los niños comienza en la infancia temprana y a medida que crecen van ampliando su círculo de relaciones extra familiares. “Aproximadamente desde los 7 años en adelante, los vínculos de amistad comienzan a tomar una fuerza y una especificidad. Y es durante la pubertad y adolescencia que la amistad se profundiza y las relaciones sociales se vuelven un eje central de la vida”, dice la doctora.
Es durante la adolescencia donde las redes sociales comienzan a tomar más importancia, ya que es la manera de mantenerse en contacto y de sociabilizar con sus pares. “Pero lo importante es que cada adolescente tenga conciencia que estar en las redes sociales implica exposición y por lo tanto debe tener la capacidad para evaluar la manera en que desea participar y cuanto exponerse”, señala Orrego.
Pese a que algunas las redes sociales tienen una edad máxima para ser usadas, es cada vez más común ver a menores usándolas, la psicóloga sugiere que el uso de estas no debe ser antes de los 12 años. Además la experta recomienda no caer en el sobre control queriendo leer sus conversaciones.“Eso atenta contra la sensación de confianza de la relación y la posibilidad de que los púberes y adolescentes sientan que tienen privacidad y espacios propios en su vida”, explica.
Lo más importante es enseñar a los jóvenes no entregar información personal y no exponerse. “Por ejemplo que no se saquen fotos con poca ropa y las publiquen; y a la vez estar muy disponibles en caso de que sus hijos sientan que necesitan ayuda porque los están molestando, acosando o se sienten en una situación de la que no pueden salir”, enfatiza Fernanda.
Las selfies es otro punto en el que hay que poner ojo, ya que según la psicóloga es muy común que durante esta etapa los adolescentes utilicen las fotos para ser aprobados por sus pares, dándole mucha importancia a los “me gusta”. “Durante la pubertad y adolescencia se está reelaborando la identidad, por lo cual es un periodo de múltiples inseguridades. Es por eso que durante ese periodo es que necesitan mucho reconocimiento y el de los padres no es el principal buscado, sino el de los pares”, recalca Orrego.
Para finalizar la académica, especialista en niños y adolescentes, menciona la importancia de los padres en el camino para construir una identidad en los hijos “En la medida en que hayamos ayudado a nuestros hijos a descubrir estas facetas internas y construido seguridad desde chicos, es menos probable que su autoestima radique en la aprobación de la selfie”, menciona.
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