Estamos de acuerdo. A la hora de hablar sobre crianza, nada es absoluto y todo depende de la personalidad de cada niño y del contexto de cada familia.
Y si bien, no existe un manual de instrucciones para criar, el avance que han tenido las investigaciones psicológicas y de neurociencia de la mano al mayor acceso a la información que tenemos ahora, hacen de la crianza algo mucho más llevadero que antes.
Sin embargo, uno de los temas que sigue generando muchas dudas en madres y padres, es la manera correcta de poner límites a sus hijos. Por esto, según consigna Healthychildren.org, la Academia Americana de Pediatría (AAP) dedicó una publicación en la revista Pediatrics sobre cómo aplicar la crianza positiva según la edad de bebés y niños.
Disciplina positiva según cada edad
Bebés
Desde los recién nacidos a los 12 meses, los pediatras recomiendan que:
– Los bebés aprenden observando lo que usted hace, así que establezca ejemplos del comportamiento que espera.
– Use un lenguaje positivo para guiar a su bebé. Por ejemplo, diga “Tiempo para sentarse“, en lugar de “No te pares”.
– Guarde la palabra “no” para las cuestiones más importantes, como la seguridad.
– Limite la necesidad de decir “no” poniendo objetos peligrosos o tentadores fuera de su alcance.
– Distraiga al bebé y reemplace un objeto peligroso o prohibido por uno que esté bien para jugar es una buena estrategia a esta edad.
– Todos los niños, incluidos los bebés, necesitan una disciplina constante, así que hable con su pareja, familiares y proveedor de cuidado infantil para establecer reglas básicas que todos sigan.
Niños
Para los niños y niñas de entre uno y tres años, los especialistas recomiendan que:
– Su hijo está comenzando a reconocer lo que está permitido y lo que no, pero puedes probar algunas reglas para ver cómo reacciona. Presta atención y elogia los comportamientos que le gustan e ignore los que desea desalentar. Redirígelo a una actividad diferente cuando sea necesario.
– Las rabietas pueden volverse más comunes a medida que su hijo lucha por dominar nuevas habilidades y situaciones. Anticipa los desencadenantes de la rabieta, como estar cansado o hambriento, y ayuda a evitarlos con siestas y comidas oportunas.
– Reconoce los conflictos entre hermanos pero evita tomar partido.
Edad preescolar
– Los niños en edad preescolar todavía están tratando de entender cómo y por qué funcionan las cosas y qué efecto tienen sus acciones. A medida que aprendan el comportamiento apropiado, espere que continúen probando los límites de los padres y hermanos.
– Comience asignando tareas apropiadas para su edad, como guardar sus juguetes. Da instrucciones simples, paso a paso. Recompénsalos con elogios.
– Permita que su hijo elija entre alternativas aceptables, y establece límites razonables.
– Enséñele a su hijo a tratar a los demás como quiere ser tratado.
– Explique que está bien sentirse enojado algunas veces, pero no lastimar a alguien ni romper cosas.
– Enséñeles cómo lidiar con los sentimientos de ira de manera positiva, como hablar sobre ello.
– Para resolver conflictos, utilice tiempos de espera o elimine la fuente del conflicto.
Niños en edad escolar primaria
– Su hijo está empezando a tener un sentido de lo correcto y lo incorrecto. Hable sobre las opciones que tienen en situaciones difíciles, cuáles son las opciones buenas y malas y qué podría suceder en función de cómo decidan actuar.
– Hable sobre las expectativas familiares y las consecuencias razonables por no seguir las reglas familiares.
– Proporciona un equilibrio de privilegios y responsabilidad, dando a los niños más privilegios cuando siguen las reglas del buen comportamiento.
– Continua enseñando y modelando la paciencia, la preocupación y el respeto por los demás.
– No te permitas ni a ti mismo ni a otros usar el castigo físico.
Adolescentes
– A medida que su hijo adolescente desarrolle habilidades de toma de decisiones más independientes, deberá equilibrar su amor y apoyo incondicionales con expectativas, reglas y límites claros.
– Continúa mostrando mucho cariño y atención. Haga tiempo todos los días para hablar. Es más probable que los jóvenes tomen decisiones saludables si se mantienen conectados con los miembros de la familia.
– Conozca a los amigos de su adolescente y hable sobre relaciones responsables y respetuosas.
– Reconozca los esfuerzos, logros y éxitos de su adolescente en lo que hace, y no haga. Elogia la opción de evitar el consumo de tabaco, cigarrillos electrónicos, alcohol u otras drogas. Da un buen ejemplo a través de su propio uso responsable del alcohol y otras sustancias.
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