De acuerdo a un informe denominado “Una nueva economía textil: rediseñando el futuro de la moda”, elaborado en 2017 por la Fundación Ellen MacArthur, se estima que en promedio los occidentales apenas nos ponemos entre siete o diez veces una prenda antes de desecharla o abandonarla al fondo del clóset.
Además, el tiempo de uso que le damos a cada prenda se ha reducido hasta un 36% entre el 2000 y el 2015, mientras que en esos mismos 15 años la producción mundial de ropa se ha duplicado generando un gran impacto ambiental.
Donde mejor se puede comprobar este fenómeno es precisamente en la ropa de recién nacidos y niños. El rápido crecimiento de un lactante obliga a que, en promedio, un vestido, pilucho o pantalón no alcance a sobrepasar los dos meses de uso.
Iniciativas que cambian los hábitos de consumo
Impulsados por un sistema económico donde el “fast fashion” o “moda rápida” indica que más de la mitad de la ropa que las personas compran se desecha antes de un año, nacen emprendimientos que han sabido encontrar una solución.
“Travieso” es una alternativa que en poco más de un año y medio se ha transformado en un referente en este tipo de negocio en Chile, dando a la ropa de guagua un segundo y hasta un tercer o cuarto uso.
Su creadora, Rosario Hevia, explicó a La Tercera que “cuando nació mi segundo hijo quise buscar una fuente sustentable de ropa y que fuera más económica (…) Por eso se me ocurrió intentar hacer trueque de ropa de niño y donde lo que te diera a cambio fuera un valor menor al original pero que se entendiera como un incentivo para la reutilización”.
La ingeniera civil afirma que este modelo les permite a muchas personas comprar ropa para guagua con un 30% o 70% de descuento sobre los valores de mercado. Además, ofrece las modalidades de comprar, donar o hacer trueque de ropa, siendo esta última una de las más exitosas.
“Tenemos el compromiso social de donar un tercio de la ropa que recibimos a instituciones que trabajen con niños en situación vulnerable”, aseguró la creadora de Travieso.
Además, la ropa que no se puede vender, pero cuya tela aún sirve, es transformada en accesorios infantiles como pelotas montessori o mantas sensoriales, y recientemente implementaron un proceso de creación de lana a partir del desecho textil.
Recicla ropa, juguetes y más
Con la motivación de crear conciencia sobre los residuos textiles también nace Coaniquem Store, un grupo de tiendas solidarias que creadas en 2017 por la Corporación de Ayuda al Niño Quemado, buscan generar recursos por medio de la venta de productos donados.
Uno de ellos es la ropa, zapatos, accesorios y juguetes de niños, aunque también reciben artículos de adultos además de enseres para el hogar, muebles, libros y electrónica.
“Con esta iniciativa de economía circular no sólo buscamos rehabilitar a más de 8 mil niños de manera gratuita, si no además, quisimos ayudar a dar respuesta a un dilema que tienen muchos chilenos: ¿Qué hago con las cosas que están en mi casa y que no uso?, dijo a La Tercera Jorge Rojas, Gerente de Fundación Coaniquem.
Agrega que la recepción del proyecto ha sido muy buena por parte de la comunidad lo que les ha permitido ampliarse a 12 tiendas distribuidas entre la Región Metropolitana y de Valparaíso. Aunque aclara que para que este modelo funcione, es necesario que los artículos que son donados estén en perfectas condiciones para que puedan ser vendidas.
“Queremos incentivar una compra responsable con sentido social y ambiental. De hecho estimamos que en un año estamos evitando que más de mil toneladas de ropa y enseres terminen en vertederos y por otra parte, estamos evitando que más de mil 400 millones de litros de agua tengan que ser utilizados para la creación de nuevas prendas de vestir. Tenemos que instalar en Chile una cultura de reutilización y donación responsable “, finaliza.
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