El diseñador Valentino Garavani abrió su propia tienda en 1959, con un taller en la conocida Via Condotti de Roma. Hoy, está presente en más de 70 países y su marca es símbolo de elegancia, sofisticación y glamour.
Para cumplir 50 años en el mundo de la moda hay que renovarse, reinventarse pero sobre todo, tener su propio sello. Con sólo 17 años, Valentino Garavani dejó su natal Italia y se enmarcó en un viaje a París donde trabajó con Jean Dessès, Guy Laroche y Balenciaga. Tras aprender con estos grandes diseñadores, en 1959 abrió su propio taller en la Via Condotti de Roma. Y ahora, la casa de modas celebra con bombos y platillos sus 50 años de existencia.
Con su sello tan propio de calidad, elegancia y sofisticación, esa tienda que comenzó como un sueño, ahora está presente en más de 70 países con más de 1250 puntos de venta y convirtiéndose durante este medio siglo en el mercado, en una de las casas de modas más reconocidas a nivel mundial.
Desde 2002, la firma es propiedad del grupo Marzotto quienes entendieron perfectamente el mensaje que dejó de herencia Valentino Garavani. Y para continuar en esa línea, desde octubre del 2008 que están a la cabeza de la Dirección Creativa los diseñadores Maria Grazia Chiuri y Pier Paolo Piccioli, quienes trabajaron de cerca por más de una década con el propio Valentino.
Valentino no sólo ofrece vestidos exclusivos de alta costura y Prèt-à-Porter sino que también una extensa colección de accesorios que incluyen bolsos, zapatos, cinturones, anteojos relojes y perfumes.
Por motivos de las Bodas de Oro de Valentino, a partir de noviembre se inaugurará la muestra “Valentino: Master of Couture” donde se expondrán en el Somerset House de Londres los diseños más característicos de la firma, además de contar su historia y mostrar las grandes figuras que han vestido de la marca.
Foto vía somersethouse.org.uk
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