La modista de la conocida casa de modas hoy cumple años, por lo que la quisimos recordar haciendo un recorrido por sus diversos looks y cambios.
Cuando Gianni Versace murió asesinado a las puertas de su casa, su hermana Donatella tomó el control del diseño de la marca que había creado, y que se había convertido en una de las más influyentes del mundo de la alta costura.
Pero si bien Donatella se ha transformado en uno de los rostros más conocidos de la moda, su cara ha ido cambiando con los años. Y no es por el envejecimiento natural de los humanos, sino que por el bótox y el colágeno.
A comienzos de los 90, cuando su hermano aún comandaba Versace, Donatella lucía un look natural, de cara lavada y tan bronceada como ya es su sello.
Ya avanzando por esa década, comenzamos a ver los primeros cambios en la cara de la joven diseñadora, gracias a suaves intervenciones en su cara que le daban un aspecto más juvenil y suave.
De a poco, Donatella comenzó a bajar de peso, sus cejas se hicieron más finas, el rubio más platinado y los vestidos más ceñidos.
A lo largo de los últimos años, Versace ha comenzado a verse en medio de una serie de críticas y burlas, pues sus implantes de colágeno en los labios e intervenciones faciales se han vuelto cada vez menos sutiles.
Además, sus mejillas han adquirido un rol protagónico en su cara, lo que con sus hinchados labios le dan un aspecto muy poco natural.
Pero las operaciones no se han quedado solo en su rostro, sino que la diseñadora ha optado también por implantes en sus senos, que quedan exuberantes junto a su delgada cintura.
Al final, pese a todos sus cambios, Donatella puede ser identificada por estos factores: su bronceado, su platinado cabello, su excéntrico estilo y sus innegable talento.
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