El dicho popular dice que para ser bella hay que ver estrellas y bien lo sabe Michele Kobke, una joven de 24 años que puso a prueba su propio cuerpo para conseguir lo que más quería en la vida: una cintura única.
Luego de pasar tres años usando un corsé, la alemana logró que su contorno llegara a medir sólo 38 centímetros, hecho que la mantiene motivada y dispuesta a seguir reduciendo sus medidas, pues “a algunas personas les resulto atractiva”, cuenta orgullosa.
Sin necesidad de entrar al quirófano, pero estando apretada durante día y noche, la chica que tenía una cintura de 64 centímetros -medida casi de modelo- se obsesionó con esta parte de su cuerpo y quiso enangostarla lo más posible para batir el récord de la norteamericana Cathie Jung, quien también tiene una cintura de 38 centímetros. Sin duda Kobke conseguirá esta meta muy pronto, pues asegura que sólo se quita el corsé para ducharse.
Foto: Daily News
Desafiando la salud para conseguir “belleza”
Por siglos, el corsé ha sido un elemento con el que la sociedad ha buscado resaltar la estética, pero su vez, desafiando la naturalidad. De hecho, esta técnica -que se remonta a las primeras civilizaciones, como la griega y la romana- surgió para hacer más notorios algunos atributos femeninos, como los pechos, la cintura y para mejorar la postura.
Su “boom” se dio en la época del renacimiento y también ha sido asociado como una prenda que otorga sensualidad, pero con el tiempo, diversos estudios científicos han develado que su uso prolongado puede afectar la salud. Según un artículo publicado por la Clínica Mayo, el uso excesivo del corsé puede provocar las siguientes complicaciones:
1. Desplazamiento de órganos: Los corsés que van atados desde el pecho hasta debajo de la cintura pueden apretar el abdomen, llegando a provocar que ciertos órganos se muevan, entre ellos los riñones, pudiendo causar problemas de obstrucción de la orina.
2. Estrés respiratorio: Los pulmones no reciben la cantidad de oxígeno necesaria, por lo que se puede sufrir hiperventilación (respiración intensa y rápida, producida por falta de aire) incluso, fallecimiento.
3. Dolor de útero: El uso de corsé puede provocar que esta parte del organismo sea empujada hacia abajo, hasta dentro de la vagina. Esto puede causar desde dolor y problemas menstruales, hasta infertilidad, abortos, infecciones, e incluso la muerte.
4. Problemas digestivos: La presión abdominal severa puede interferir con la digestión. Además, cuando el corsé se utiliza durante mucho tiempo, el consumo de alimentos puede provocar mal nutrición, anorexia, incluso reflujo gastroesofágico.
5. Mala circulación: La presión sobre las venas de la pelvis puede causar hinchazón en las piernas y en los pies, dificultando el riego sanguíneo. Como consecuencia, existe un mayor riesgo de desarrollar trombosis en las extremidades inferiores y, por tanto, más probabilidades de padecer una embolia pulmonar.
6. Deformación muscular: El uso prolongado de esta prenda puede causar atrofiamiento muscular y desviación de la columna vertebral. Estas deformaciones pueden llegar a ser tan severas que las mujeres finalmente no pueden dejar de usarlo, porque sino no pueden mantenerse estables.
¿Seguirías usando corsé, luego de ver lo que te puede pasar si abusas de él?
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