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Historia de Naima: La diseñadora y activista siria que lucha desde Chile

Esta diseñadora de vestuario llegó desde medio oriente hace seis años buscando un nuevo rumbo, y aunque ha tenido que vivir la revuelta social de su patria desde lejos, trabaja a diario para cambiar las bases a través de la enseñanza política de su entorno.

Por Constanza Cortés /@lavecinacortes

El 15 de marzo de 2011, Siria sintió que el sueño de escapar del régimen de Bashar Al Assad estaba por realizarse. Miles de hombres y mujeres salieron a las calles a protestar en forma pacífica durante el denominado “día de la ira”, con la ilusión que en el futuro ellos mismos podrían elegir a sus gobernantes y no tuvieran que seguir bajo el yugo del heredero de un golpe de estado.

Sin embargo, los aires nuevos que prometía esta muestra de la Primavera Árabe -nombre que se le dio a la serie de alzamientos que se vienen desarrollando en algunos países de la zona desde 2010- cayó de golpe, cuando las armas y el fuego se hicieron protagonistas.

Naima

Los enfrentamientos entre los “rebeldes” y las fuerzas oficialistas sembraron el pánico, la hostilidad, y terminaron desencadenando una guerra civil, cuyo episodio más fuerte hasta el momento ha sido el ataque químico que sufrió Guta Oriental en agosto pasado. Según las últimas cifras entregadas por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (SOHR), los enfrentamientos han costado la vida a más de 110.000 personas, donde 40.146 de las bajas corresponden a civiles, entre ellos 5.833 a niños y 3.905 a mujeres.

 

LA DISEÑADORA ACTIVISTA

NaimaPantalones claros, abrigo color crema, un pañuelo muy vistoso, lentes de sol oscuros y un corte de pelo tipo melena. Así es el look de Naima Darwish (32), una mujer siria que vive en nuestro país hace más de seis años. No cabe duda que el tiempo la hizo adquirir la usanza occidental del vestuario, sin embargo, a la hora de hablar, su acento delata que es extranjera y esto se reafirma con el delineado estilo cat eye de sus ojos,  muy típico de la cultura oriental.

Naima cuenta que su nombre significa “regalo de Dios” y que su madre lo eligió porque ella es la menor de cinco hombres. De una familia de artistas -su padre era poeta y su madre pintora-, heredó los genes y, sin quererlo, terminó adquiriendo una profesión en la misma sintonía.

“Eramos una familia un poco pobre, teníamos que estudiar y trabajar porque mi padre falleció cuando éramos muy chicos. Cuando tenía 13 años empecé mi primer trabajo en una empresa de diseño para hacer dibujos. Después empecé a trabajar en una fábrica para hacer diseño de telas y al mismo tiempo estudiaba. Luego entré a estudiar educación en filosofía porque no necesitaba estar tanto tiempo en la universidad”, cuenta.

Este ambiente la llevó a sentir cada vez más apego por el tema de la creación, de hecho en esa época ya trabajaba como diseñadora de vestuario para costear sus estudios, sin embargo tenía ganas de hacerlo de forma profesional. Justo en ese periodo consiguió a través de internet la posibilidad de participar en una competencia en París para hacer una práctica con el reconocido diseñador, Giorgio Armani, que finalmente ganó. Luego de este gran salto, la joven oriunda de la ciudad de Homs pudo estudiar un año y medio en un instituto de diseño de vestuario en Francia.

Naima había logrado cosas que las jóvenes de su tierra no hacían, como viajar y estudiar fuera de su país. Esta experiencia de ensueño la hizo tomar conciencia de la importancia que tiene la independencia y la responsabilidad. Eso la hizo madurar, pero también interesarse por los derechos de las mujeres.

 

 RADIOGRAFIA DE LA MUJER SIRIA

Naima

Foto: Mujer y News

El Corán,  libro sagrado del islam, profesa que la mujer posee los mismos derechos que el hombre en cuanto a libertad de culto, economía y enseñanza -hay que destacar que la ignorancia es considerada como pecado entre los musulmanes -, sin embargo en la práctica algunos de estos puntos son trastocados. “En general, las mujeres tratan de estudiar cosas que sirvan para la familia, aunque igual existen excepciones. Allá se usa que las mujeres tengan estudios superiores, pero sólo para subir su nivel intelectual, no para ser más independientes, eso está prohibido. Además, hay muy pocas mujeres que pueden viajar solas. De hecho, cuando yo tomé la decisión de viajar tuve que romper reglas legales y no sólo las reglas familiares”, cuenta Darwish.

Fue por éste y otros motivos de la misma índole, que Naima consiguió la motivación para dejar Siria y hacer de Chile su nuevo hogar, luego que lo conociera durante unas vacaciones, donde quedó encantada con el paisaje y la forma de ser de sus habitantes. Pese a todo, Naima ama su cultura y valora las diferencias de trato entre oriente y occidente: “el tema no es que yo tenga que ser igual al hombre, pues hay cosas que ellos no experimentan como la maternidad. No hay una forma que una (cultura) sea más correcta que la otra, simplemente hay que sacar lo mejor de cada una y tomar lo que sirve“, explica.

 

REVOLUCION SIRIA: UN SUEÑO QUE TERMINO EN AMENAZAS

En la época en que estalló la revolución siria -comienzos de 2011-, Naima ya había conseguido dominar el español, había formado un grupo de amigos y tenía una pequeña empresa de confección de disfraces típicos. Al fin estaba viendo los frutos de un periodo de esfuerzo y adaptación, pero su corazón seguía en Siria, donde la violencia y el dolor se mantenían en aumento.

“El régimen (de Al Assad) comenzó con la violencia, yo estaba muy triste y muy nerviosa porque yo se cómo es la memoria emocional de la gente, porque ellos no van a callar porque no pueden olvidar lo que pasó 20 años atrás con el padre de Bashar, quien llegó al poder con un golpe de estado y mató a sus opositores de forma cruel. Eso no es mucho tiempo”, cuenta con pena la mujer.

Con el afán de ayudar a su gente, el 25 de marzo de 2011 la diseñadora creó un evento en Facebook para organizar una manifestación pacífica frente a la embajada de Siria en Chile, a modo de protesta contra la violencia con que el oficialismo estaba tratando a los rebeldes. Sin embargo, a las pocas horas, conocidos de ella le avisaron que representantes de la embajada la estaban tratando de ubicar. Finalmente, cuenta que el embajador Sami Salameh la contactó y la convenció para que se juntaran, pero ella puso como condición que lo hicieran en un lugar público.

Naima

Darwish cuenta que la conversación partió de forma tranquila, pero que al poco andar, la autoridad perdió el control. “Empezó a hablarme de a poco más fuerte, diciéndome que por qué organizaba una manifestación, si yo era una mujer sola, joven, guapa, con todo el futuro en frente. Entonces yo le dije que no estaba haciendo nada malo, que sólo estaba diciendo que el régimen sirio tiene que escuchar y no usar violencia y empezar a cambiar el sistema del país. De ahí empezó a hablar con palabras más golpeadas y ahí me amenazó con no volver a mi país, me amenazó diciéndome que los árabes aquí en Chile son muy sucios y que pueden dañar. También me amenazó diciendo cosas en contra del honor de la mujer árabe”, recuerda ella.

La siria aclara que nunca fue su intención tener problemas con el consulado de su país, ya que su principal objetivo es conseguir la nacionalidad chilena para sacar de forma limpia el pasaporte, y que para eso debe tener una conducta intachable. Sin embargo, al poco tiempo, Amnistía Internacional se enteró del caso y quiso intervenir a través de su organización local.

De eso no ha pasado más de un año, sin embargo Naima prefiere centrarse en ayudar a su país, aunque se encuentre en otro continente y según ella la forma más práctica es enseñándole a sus compatriotas cómo actuar de forma “correcta y no como bestias”, mostrándoles videos y documentos de otros países. Como complemento de esto, en conjunto con otras activistas, organiza eventos de beneficencia para juntar fondos para las personas que necesitan apoyo, también con el fin de que otros países tomen conciencia de la envergadura del conflicto.

“Yo trato de ayudar, aunque se que es algo pequeño en comparación al sufrimiento que vive mi pueblo, sin embargo, aunque todo lo que ha pasado con la revolución siria ha sido terrible, siento que al menos las mujeres hoy ya saben mucho más de sus derechos”, dice emocionada, mientras termina su café.

  • Parte de la exposición de vestuario típico de Siria que Naima Darwish mostró en nuestro país.
  • Parte de la exposición de vestuario típico de Siria que Naima Darwish mostró en nuestro país.
  • Parte de la exposición de vestuario típico de Siria que Naima Darwish mostró en nuestro país.
  • Parte de la exposición de vestuario típico de Siria que Naima Darwish mostró en nuestro país.
  • Parte de la exposición de vestuario típico de Siria que Naima Darwish mostró en nuestro país.
  • Parte de la exposición de vestuario típico de Siria que Naima Darwish mostró en nuestro país.
  • Parte de la exposición de vestuario típico de Siria que Naima Darwish mostró en nuestro país.
  • Parte de la exposición de vestuario típico de Siria que Naima Darwish mostró en nuestro país.
  • Parte de la exposición de vestuario típico de Siria que Naima Darwish mostró en nuestro país.
  • Parte de la exposición de vestuario típico de Siria que Naima Darwish mostró en nuestro país.

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