Las alteraciones de flujo rojo pueden ser por diferentes causas y afectar a mujeres de todas las edades. En nuestro país, en promedio de tres chilenas que consultan a este especialista lo hacen por esta razón, que se manifiesta con el aumento de volumen de sangrado o cambio en su frecuencia. Entérate de todos los detalles de esta extraña enfermedad.
El sangrado uterino anormal es una de las principales causas de consulta ginecológica de las mujeres chilenas, ya sea por la cantidad o la frecuencia de flujo rojo. En nuestro país, en promedio 3 mujeres que consultan al ginecólogo lo hacen por alteraciones de flujo rojo, síntoma que, según el Dr. José Antonio Arraztoa, de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología (SOCHOG) es reflejo de una enfermedad que debe ser tratada.
El sangrado uterino anormal puede o no tener relación con el ciclo menstrual. Puede ser crónico o agudo y se manifiesta de varias formas, no necesariamente todas en una misma persona: con aumento de volumen, cambio en la frecuencia o con sangrado inter menstrual, alteraciones que afectan -por cierto- la calidad de vida de la mujer y, por ende, su normal actividad cotidiana.
Además, puede presentarse en mujeres de todas las edades: adolescentes, mujeres en edad fértil y mujeres peri menopáusicas o post menopáusicas. Lo que cambia -asegura el doctor Arraztoa- es el tipo de alteración de sangrado y la orientación etiológica.
“En la mujer adolescente hasta los 19 años, uno debe sospechar -como primera causa más frecuente- que se trata de alteraciones hormonales, de disfunción ovulatoria, pero también es la edad en la que se manifiestan las coagulopatías, con sangrados que pueden ser importantes en su cantidad. En cambio en la mujer en edad reproductiva, de los 20 a los 40 años, primero la alteración de flujo rojo aparece causada por problemas en el embarazo y, segundo, por la presencia de miomas uterinos, causa frecuente de sangrado en mujeres en edad fértil, sobre todo después de los 30 años”, afirma el especialista.
El caso de las mujeres post menopáusicas es distinto, pues hay que poner el acento en descartar alguna malignidad: cáncer de endometrio o cáncer de cuello uterino.
El tratamiento del sangrado uterino anormal, dependerá de la causa. Si son de tipo estructural, medibles visualmente con el uso de técnicas de imagen o de histopatología, es muy probable que se deba recurrir a la cirugía, pero si la alteración se orienta más al lado funcional “muchas veces se puede manejar con hormonas o con algunos medicamentos que ayuden a la coagulación local del endometrio”, comenta el doctor Arraztoa.
Finalmente, para tu tranquilidad, durante el año pasado, la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) estableció una nueva clasificación de las causas del sangrado uterino anormal con el fin de estandarizar los términos que hasta hoy los especialistas suelen usar para referirse a diversas alteraciones de flujo rojo.
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