La literatura erótica ligada a las relaciones sadomasoquistas no es original de nuestros tiempos. Al contrario, se trata de una temática que ya se había utilizado, y que en su tiempo causó su buena dosis de controversia.
Las esposas, cadenas y artículos de sumisión erótica se han puesto de moda en el último año. Primero, vimos a Rihanna amordazada, cantando S&M. Pero el real boom de esta temática llegó con la trilogía de Las 50 sombras de Grey, donde podíamos conocer la historia de una chica común que se adentraba en este mundo gracias a su hombre ideal.
La historia de O
La literatura erótica con relaciones sadomasoquistas no es tan novedosa como pensamos. Uno de los ejemplos que encontramos es La historia de O, de la autora francesa Anne Desclos, bajo el seudónimo Pauline Réage.
La historia de 0 gira en torno a una fotógrafa de modas llamada O, quien vive sirviendo como sumisa a un amo, quien además es su pareja. Más tarde, él decide pagar una deuda transfiriendo la posesión de O a su hermano.
Las autoridades francesas presentaron quejas formales a la editorial que publicó esta historia, a causa de su contenido, considerado obsceno Si bien la justicia desestimó estos alegatos, la editorial tenía prohibición de hacer publicidad al libro.
Además, los grupos feministas de la época criticaron la forma en la que la protagonista, O, es transformada en un simple objeto con fines sexuales por el resto de los personajes. Además, señalaban que la historia le daba una connotación sensual al abuso de mujeres.
Pese a todo esto, en 1955 e llevó el premio a la literatura francesa Prix des Deux Magots.
20 años después se realizó una versión cinematográfica, protagonizada por Corinne Cléry.
La trilogía de La Bella Durmiente (1983)
Lejos de la película de Disney, esta trilogía llevó el clásico cuento a su tintes más sexuales. La autora es Anne Rice, la misma que escribió Entrevista con el vampiro, y cuenta la historia de Bella, quien despierta de su sueño eterno por Príncipe, aunque no con un simple beso, sino que tras una iniciación sexual.
Así comienza la historia que terminó en tres libros (El despertar de Bella, El castigo de Bella y La liberación de Bella), en los que se detallan relaciones sadomasoquistas hetero y homosexuales, entre esclavos, príncipes, reinas y sultanes.
Por su contenido, estas publicaciones enfrentaron una serie de controversias. Entre ellas, se encuentran acusaciones contra la autora, por quienes aseguran que es una dominatrix en la vida real. Su esposo, Stan Rice, salió entonces en su defensa, asegurando que su mujer “es tan sadomasoquista como es vampiro”.
Además, la comunidad sadomasoquista o BDSM intentó contactar en varias oportunidades a la autora, queriendo conversar con ella sobre sus experiencias. Pero al comprobar la realidad de lo que ella misma misma había escrito, se habría espantado, por lo que dejó la serie en una trilogía.
En 1996, la Biblioteca Metropolitana de Columbus declaró que los libros eran pornografía dura, lo que llevó a que su autora los defendiera en los medios, asegurando que en realidad se trata de elegante sensualidad.
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