Para algunas, pueden ser sólo un problema estético. Pero para quienes sufren sus consecuencias, es una enfermedad que provoca bastantes molestias y que puede terminar en diagnósticos serios. Sobre todo en verano, una de las épocas más terribles para quienes padecen de várices.
Pero ¿qué son las várices? En palabras sencillas “son venas que se han agrandado y la sangre, en lugar de impulsarse sin tropiezos por ellas, tiende a acumularse, haciéndolas abultarse y lucir nudosas. Si bien toda vena puede convertirse en várice, éstas son más comunes en las piernas y pies porque esas venas trabajan contra la gravedad a fin de devolver la sangre al corazón”, explica el doctor Thom Rooke, del Centro de Enfermedades Cardiovasculares de la Clínica Mayo en Minnesota.
Conocida también como insuficiencia venosa crónica, se produce debido a la debilidad, a menudo heredada, en las paredes y válvulas de las venas superficiales.
Síntomas y factores de riesgo
¿Cómo saber si tienes várices? “Los primeros síntomas son pesadez y cansancio en las piernas, con un ligero edema en los tobillos que se incrementa hacia el final del día. Y las arañitas en las piernas”, dice el doctor Ignacio Figueroa, del laboratorio Boehringer Ingelheim.
El hormigueo, la picazón y los calambres también son parte de la sintomatología, por lo que si observas alguno de estos signos debes consultar inmediatamente a un especialista, ya que si no las várices pueden derivar en problemas tan serios como coágulos hasta sangrados y úlceras varicosas.
Por eso, hay que evitar a toda costa ser parte de los factores de riesgo que te exponen a esta patología: el sedentarismo, la obesidad, la genética, y también el embarazo pueden hacerte más susceptible.
Prevenir es la clave
Durante el verano, es probable que si tienes várices tus síntomas se agudicen. Porque el calor hace que las venas registren una mayor irritación y por eso las venitas se hacen más visibles y molestas.
“El calor produce, en general, que las venas se dilaten, disminuyendo su capacidad de retornar la sangre al corazón, lo que favorece la acumulación de líquido en las piernas, y la exacerbación de los síntomas de la Insuficiencia Venosa”, dice el especialista Ignacio Figueroa.
Por eso, lo mejor es tratar de prevenir que se desarrollen de manera negativa. Para esto, el doctor Rooke recomienda, “hacer ejercicio de forma regular, perder peso, evitar permanecer sentado o de pie durante períodos largos y no usar ropa apretada. En algunos casos, también se puede usar medias de compresión que, debido a que aprietan de manera uniforme las piernas, permiten que la sangre circule mejor por las venas”.
De esta forma, si bien no podrás hacerlas desaparecer por completo, si podrás disminuirlas.
Toma nota de estos consejos
Según el sitio DMedicina.com, además de hacer ejercicio y evitar subir de peso, existen otras cosas que también puedes hacer para que tus piernas se sientan más aliviadas:
– Evita permanecer de pie durante mucho tiempo.
– Aplica duchas de agua fría en las piernas, haciendo que el chorro impacte en círculos ascendentes.
– Utiliza geles de efecto frío mediante masajes suaves en sentido ascendente o con activos venotónicos.
– Eleva las piernas por encima de la altura del corazón, tras largos periodos sentada o de pie, y también al dormir.
– Utiliza zapatos cómodos, prescindiendo en la medida de lo posible de los tacones altos y del calzado plano. Lo ideal son tacos de 4 centímetros.
– Hidrata la piel y no uses ropa muy apretada sobre ella.
– Evita la exposición al sol durante largas horas sin moverte, y sobre todo durante las horas de máximo calor. Esto puede provocarte un efecto vasodilatador intenso y prolongado, es decir, más dolor.
– Aprovecha la playa si estás de vacaciones, caminando y bañándote de vez en cuando, ya que el agua fresca activa la circulación y mejora la sensación de piernas cansadas.
Tratamientos
El especialista de la Clínica Mayo señala que existen varias formas de menguar las várices. “La escleroterapia es uno de los tratamientos, que implica inyectar una solución en la vena para que forme fibrosis y se cierre; después de la escleroterapia, normalmente las venas varicosas desaparecen dentro del transcurso de pocas semanas. Este procedimiento es más eficaz para las várices pequeñas a medianas y en algunos casos, se puede repetir el tratamiento para mayor eficacia”.
Además, el médico comenta que “para las várices más grandes se puede introducir una sonda fina, llamada catéter, dentro de la vena y calentar la punta con un láser. A medida que se retira el catéter, el calor destruye la vena, haciéndola colapsar y sellarse. El rayo láser también puede servir para cerrar una vena varicosa pequeña sin atravesar la piel y, por tanto, no requiere incisiones”.
Pero si todavía no quieres someterte a un tratamiento tan invasivo, puedes comenzar a prevenir con diversos elementos. Por ejemplo, el laboratorio BoehringerIngelheim, presentó hace unos días Venalex, un innovador medicamento que ayuda a aliviar los síntomas de la insuficiencia venosa crónica, la hinchazón de las piernas, sensación de pesadez, dolor, cansancio y hormigueo, y está elaborado a partir de la hoja de parra chilena.
“Mejora el flujo sanguíneo y reduce la hinchazón. Esto a su vez alivia el dolor y la sensación de pesadez de las piernas. Además, reduce el edema y mejora los síntomas asociados a la insuficiencia venosa, la microcirculación y el oxígeno transcutáneo”, dice el doctor Figueroa.
En tanto, cremas como las clásicas de la marca Goicochea también ayudan, ya que su aplicación diaria ayuda a que las paredes de los vasos sanguíneos se vuelvan más resistentes y reactiven la circulación de la sangre desde las piernas hacia el corazón.
Por otra parte, si se trata de procedimiento ambulatorios y muy poco invasivos, VenaSeal puede ser otra buena opción. Se trata de un innovador método, que llegó de la mano de Medtronic, y que utiliza un adhesivo médico especialmente formulado, que se administra por vía endovenosa para cerrar la vena que produce la várice.
Finalmente, si quieres un secreto casero, el aloe vera, es uno de los mejores ingredientes para tratar efectivamente las várices. Para aprovechar sus propiedades, debes hacer compresas con el gel de la planta y luego entibiarlo para aplicarlo en las zonas afectadas. Puedes dejar actuar estas compresas toda la noche y retirarlas al día siguiente.
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