Si sufres de meteorismo, distensión abdominal, flatulencia y diarrea en períodos cortos de tiempo tras haber consumido productos lácteos, es momento de acudir a un especialista porque puedes estar sufriendo de intolerancia a la lactosa. ¿Qué es esto?
Imagen: gentileza Pixabay.com
Según explica el doctor David Kutz, gastroenterólogo de Centros Médicos Vidaintegra, “la lactosa es un tipo de azúcar que se encuentra en la leche y otros productos lácteos. Para poder digerirla el cuerpo necesita una enzima y cuando el intestino delgado no produce suficiente cantidad de esa enzima se produce la intolerancia. Es por esto que quienes sufren de este problema, suelen presentar los síntomas pasados 30 minutos o dos horas tras haber consumido algún lácteo”.
Sin embargo, el especialista advierte que, “no todas las personas con mala absorción a la lactosa manifiestan necesariamente molestias físicas. La intensidad y frecuencia de los síntomas depende de muchos factores, como la cantidad y tipo de lácteo ingerido, edad o existencia de otras enfermedades digestivas”.
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Y agrega que quienes sufren de este problema, que suele desarrollarse en edades mayores, generalmente después de los dos a siete años de vida, deben tener cuidado con la ingesta de leche y sus derivados, es decir, quesos, mantequillas, quesillo y yogurt.
“Existen varios alimentos para quienes padecen intolerancia a la lactosa, como leches creadas especialmente para ellos y que se encuentran disponibles en el mercado”, asegura.
Intolerancia a la lactosa vs alergia a la leche
Muchos suelen confundir la intolerancia a la lactosa con la alergia a la leche. Es por esto que el especialista aclara que “la alergia a la leche es una condición de rechazo a proteínas de la leche que afecta al sistema inmunológico, mientras que la intolerancia a la lactosa afecta al sistema digestivo”.
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Kutz agrega que los síntomas que se presentan cuando se es alérgico a la leche, varían desde dermatitis a síntomas digestivos como diarreas o constipación. Y que ambas condiciones se pueden diferenciar por la edad en la que ocurren y la sintomatología.
“La intolerancia a la lactosa es más frecuente en adultos, mientras que la alergia a la proteína de la leche ocurre habitualmente en la infancia”, indica el profesional, quien agrega además que “una persona alérgica a la leche no puede tomar ningún producto lácteo, tenga o no tenga lactosa, porque su organismo es alérgico a las proteínas que componen la leche en sí”, finaliza el gastroenterólogo.
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