Según los últimos datos entregados por CONAF de los 119 incendios forestales activos a nivel nacional, 54 están controlados, 32 en combate y 33 extinguidos. Esta es la razón por la que el aire está pesado y probablemente ya te ha hecho sentir algunas molestias propias de la exposición indirecta del humo.
Por esto conversamos con el doctor Ronald Reid, Especialista en Medicina Interna y Enfermedades Respiratorias de Clínica Universidad de los Andes y el doctor Fernando Martínez, Coordinador Médico de Help, quienes nos explicaron que el sistema respiratorio y las partes superficiales del cuerpo, principalmente los ojos son los más afectados por los efectos de los incendios.
Imagen: Gentileza de Pixabay
El especialista de la de Clínica Universidad de los Andes explica que “el humo generado por la quema de los árboles, genera una serie de partículas que no vemos y son tóxicas para el organismo. Estas entran a nuestro cuerpo por distintas vías, donde son almacenadas y pueden permanecer ahí por mucho tiempo e irse liberando poco a poco”.
Por su parte el doctor Martínez advierte que “el humo emanado durante un incendio suele irritar las vías respiratorias y los ojos, además de generar otras molestias como mareos y dolor de cabeza. Además, es importante destacar que el humo empeora los síntomas de aquellas personas que padecen problemas respiratorios preexistentes, como asma bronquial o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)”.
Cómo cuidarse de los efectos del humo
Imagen: Gentileza de Pixabay
Ambos especialistas entregan la siguiente lista de recomendaciones para protegerse de los nocivos efectos del humo provocado por los incendios forestales que afectan actualmente a distintas zonas de nuestro país:
– Usar gafas de protección para los ojos y aplicar gotas de lágrimas para disminuir el efecto
de sequedad.
– Usar mascarillas para evitar respirar partículas tóxicas liberadas por la quema de material.
– Tomar mucha agua para evitar la sequedad de garganta.
– Poner telas húmedas en las ventanas para evitar la entrada de partículas.
– Si está en la zona del incendio, lo mejor es cubrir la boca y nariz con alguna prenda húmeda para evitar respirar el humo.
– Salir del área afectada.
– Si la piel se ha impregnado de cenizas, quitarse la ropa y lavarse con abundante agua inmediatamente.
– Mujeres embarazadas y recién nacidos no deben exponerse al aire contaminado.
– Si se usa lentes de contacto, éstos deben retirarse lo antes posible y luego lavar los ojos.
– Si hay cenizas en el patio, evitar que sus hijos jueguen en el suelo. Asimismo, evitar que las mascotas consuman alimentos directamente desde el suelo. Y para limpiarlas se debe usar siempre una mascarilla y previamente mojar la superficie a barrer, para así evitar que las cenizas se levanten del suelo y puedan ser inhaladas.
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