La epilepsia es una enfermedad que mayoritariamente se le diagnostica a los adultos mayores, pero puede darse a cualquier edad. Consiste en crisis convulsivas, episodios de desconexión del medio y dificultad recurrente para hablar o entender. Esta enfermedad del cerebro se produce por una descarga eléctrica anormal de las neuronas.
De acuerdo a cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), este trastorno cerebral afecta a 50 millones de personas en el mundo y en Chile al 2,2% de la población, es decir, cerca de 300.000 son quienes la padecen.
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Para entender mejor de qué se trata y cuáles son los síntomas, contactamos al Doctor Enzo Rivera de la Clínica Ciudad del Mar. Además, para saber qué hacer frente a una crisis epiléptica, te contamos lo que aconseja la guía española llamada “Cómo afrontar la epilepsia” coordinada por el Doctor Miguel Rufo Campos.
Conociendo la Epilepsia
El especialista de la Clínica Ciudad del Mar, cuenta que esta patología se clasifica en focales y generalizadas. Las últimas se determinan cuando toda la corteza cerebral está dando problemas y la focalizada se refiere a cuando una zona específica genera crisis de convulsiones por algún daño.
“Los síntomas varían de una persona a otra y se suceden en el tiempo, repitiéndose de forma similar. Además, el tipo de crisis epiléptica dependerá de la parte afectada del cerebro”, cuenta Enzo, y agrega que algunas de las manifestaciones más frecuentes son “el temblor de una extremidad, visión de objetos simples, un olor característico, alteración breve de conciencia o crisis convulsivas.”
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¿Qué consecuencias trae esta enfermedad? Según el especialista, son muchas y muy severas. “Pueden generar accidentes o lesiones corporales, pérdida de autonomía e independencia y/o efectos colaterales de los fármacos”. Sin embargo agrega que esta enfermedad es tratable y, pese a que es crónica, los pacientes pueden llevar una vida normal y sana.
¿Qué se debe hacer ante una crisis epiléptica?
En el libro español, la Dra. Mª Dolores Morales Martínez, del Hospital Universitario Virgen Macarena Sevilla, da algunos consejos de cómo se debe enfrentar una crisis. Revísalos a continuación:
Evitar que la persona se haga daño
“Si alguien sufre una crisis, hay que alejarlo de objetos que puedan hacerle daño u ocasionarle peligro. Sujetarlo, si es posible, para evitar que se dañe al caer e intentar tumbarlo de lado en el suelo o en una superficie blanda con una almohada en la cabeza”, recomienda la especialista.
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Ayudar a que respire
Para que su respiración no se dificulte, un buen consejo es intentar despejar las vías respiratorias y aflojar el cuello de la camisa, corbata u otra prenda ajustada que pueda dificultarle la respiración.
No interferir
En lo único que se recomienda interferir es en tomar la cabeza para evitar que la persona se golpee. “Puede ponerlo de costado para que respire mejor y pueda expulsar los vómitos, si los hubiera. No trate de abrirle la boca a la fuerza”, aconseja la experta. Además, agrega que no se deben poner pañuelos ni otros objetos entre sus dientes, ya que solo conseguirá dificultar la respiración de la persona.
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Observar atentamente
Para hacer un diagnóstico adecuado y detallado, es importante observar atentamente todo lo que ocurre durante la crisis. “Esta información es más importante que cualquier prueba de diagnóstico que pueda efectuarse posteriormente. La crisis es autolimitada y que es muy importante recordar las características de la misma para su correcto diagnóstico y tratamiento”, puntualiza la profesional en el libro.
Esperar
Dolores explica que no es necesario llevar a la persona a un Servicio de Urgencia, excepto si la crisis dura más de quince minutos o si se repite una crisis tras otra sin recuperar la conciencia. “Es frecuente que después de la crisis el paciente caiga en un sueño profundo o se encuentre cansado y algo desorientado. No lo interrumpa, déjelo descansar. Tras la crisis háblele, oriéntele y ayúdele en el traslado a su casa o trabajo”.
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