Muchas veces cuando cocinamos nos sobra comida y para no perderla la guardamos en el refrigerador, el problema viene cuando nos olvidamos que la dejamos ahí y el día que queremos consumirla está con hongos. ¿Qué hacemos? ¿Le sacamos la parte mala y la comemos? ¿La botamos?
Para resolver esas dudas, hablamos con el profesor Guillermo Figueroa, Jefe del Laboratorio de Microbiología y Probióticos de la Universidad de Chile.
¿Se pueden comer o no?
Mucho se ha hablado sobre si los alimentos con hongos se pueden consumir igual, pero la verdad es que el profesor de la Universidad de Chile nos cuenta que no se pueden ingerir, ni cortándole la parte mala. “Cuando el alimento presenta el desarrollo de hongos no se debe consumir. No hay posibilidad de purificar retirando las micotoxinas (cortando lo malo). En otras palabras, alimentos con hongos deben ser desechados de inmediato”, dice Guillermo, y explica que entre los hongos, los más peligrosos son aquellos que producen micotoxinas, que son sustancias tóxicas para los humanos y animales y su ingestión puede causar diversas intoxicaciones e incluso la muerte.
Es por eso que no se debe liberar el alimento del hongo, el riesgo a una intoxicación sigue presente por la presencia de micotoxinas.
En cuanto a los alimentos como el tomate o duraznos, que pueden ser más acuosos, “la presencia de hongos especialmente en los líquidos de origen vegetal es un excelente medio para la multiplicación de éstos y por ende una condición de alto riesgo para la producción de micotoxinas”, dice el experto.
Por otro lado, el especialista dice que otros hongos como los que se generan en el pan añejo no son peligrosos ya que, “no producen micotoxinas, pero en cualquier caso los panes con hongos que se ven como filamentos verdosos y blanquecinos no deben ser consumidos”.
COMENTAR