Las Fiestas Patrias se convierten para muchas en un botón de pausa para las dietas y rutinas de ejercicios. Y es que todas queremos poder disfrutar sin culpa de las preparaciones típicas dieciocheras como las empanadas, anticuchos, asados, mote con huesillo, terremotos, pipeños y churros, entre muchas otras cosas más.
Les contamos que la clave para poder comer de todo, sin subir los tres o cinco kilos que pronostican la mayoría de los especialistas en salud, es equilibrar la comida durante los días de celebración.
Para esto Evelyn Figueroa, coordinadora de Programas Vida Saludable de Aramark, explica que “para no comer en exceso tenemos que planificarnos, ya que se viene un fin de semana largo. Entonces, lo ideal es que distribuyas las comidas pensando en tus compromisos, y así podrás considerar para cada día un plato típico sin exceder la cuota calórica diaria”.
¿Cómo equilibrar las comidas este 18?
La nutricionista propone la siguiente combinación de comidas:
– Primer día: anticuchos mixtos (ave y vacuno) más ensalada a la chilena.
– Segundo día: empanada de horno más ensaladas mixtas y un vaso de vino.
– Tercer día: asado (carnes bajas en grasas, lomo, asiento, abastero) con verduras asadas a la parrilla y mote con huesillo o macedonia de postre.
– Cuarto día: un choripán de ave con pebre, salsa verde o salsa de yogurt con ciboulette o ajo.
Por otra parte, la especialista dice que es importante disminuir el consumo de carbohidratos como el arroz o papas. “La porción casera de arroz es de tres dedos de una taza y la de papa debe ser pequeña”, agrega Evelyn. Además, lo ideal en estas fechas es aumentar la variedad de ensaladas, de preferencia verdes, y considerar siempre que “si divides tu plato en cuatro partes, dos de ellas deben ser ensaladas”, puntualiza la profesional.
Finalmente, lo más importante es comer solo una porción y no repetir el plato para evitar añadir calorías innecesarias a la dieta diaria. Además, se puede aprovechar de sacar partido al tiempo libre del fin de semana para hacer deporte junto a la familia o jugar a los típicos juegos dieciocheros, como encumbrar volantín y carrera en sacos, y de esa manera balancear la energía que se consume con aquella que se gasta.
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