Pensábamos que era una de las mujeres más seguras del mundo. Sin embargo, Kim Kardashian nos dio lecciones de su humanidad en el último episodio de su show Keeping Up with the Kardashian.
La más famosa de las Kardashian confesó allí un peculiar trastorno que tiene que ver nada menos que con su cuerpo. Una de las cosas por las que más admiramos a la morena, llena de curvas y siempre perfecta.
Kim reveló que sufre de dismorfia, que es la fobia a padecer algún defecto o enfermedad de carácter estético.
“Todos pensamos que lo de la Kardashian era puro culto al cuerpo. Pero nada de eso. Sus continuas operaciones y retoques se deben a la inseguridad que le produce que le critiquen por su apariencia”, señalan en el sitio Divinity.es.
Es que de hecho, debido a las continuas críticas, es que la mujer de Kanye West confirmó su padecimiento. “Parece que la gente está esperando la mínima oportunidad para avergonzarte. Literalmente, me produce dismorfia”, señaló recordando el momento en que se hicieron públicas unas fotografías en bikini donde se le veía llena de celulitis.
Y agregó, en el mismo capítulo, que “te toman fotos y si no son perfectas la gente comienza a reírse de ti y a criticarte, creen que eso está bien y es tan frustrante”.
“Este tipo de trastorno, consistente en una preocupación exagerada por la imagen, acaba por traducirse en una percepción propia errónea y casi obsesiva del cuerpo y afecta a una de cada 50 personas. Entre las causas que provocan y acrecentan este estado de ansiedad se encuentran los llamados factores ambientales, como la presión social a la que Kim hace referencia en su testimonio audiovisual”, concluyen en Vogue.es.
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