La Organización Mundial de la Salud indica que entre un 40 por ciento y un 60 por ciento de la población latinoamericana usa medicinas complementarias. Dentro de ellas, existen dos terapias naturales muy usadas por la población: La fitoterapia (preparados en base a extractos de plantas) y la homeopatía (preparados en base a sustancias especiales infinitamente diluidas). De estas, la homeopatía se ha transformado en un método que tiene seguidores y detractores.
Pero ¿qué es realmente la homeopatía? Según explica Maite Rodríguez, académica de la Escuela de Química y Farmacia de la U. Andrés Bello, “es un método terapéutico que se basa en el precepto de que ‘lo semejante cura lo semejante”. A diferencia de la medicina tradicional o alopática, basada en la evidencia científica que plantea que las enfermedades se curan mediante el uso de compuestos activos (fármacos), que son capaces de eliminar los síntomas de los procesos fisiopatológicos, causantes de las enfermedades”.
A modo de ejemplo, en la medicina alopática nos curamos la alergia estacional con un medicamento como la loratadina que es un antialérgico con efecto antihistamínico, mientras que en la medicina homeopática nos curaríamos con histaminum o nux vómica, debido a que causan el mismo efecto alérgico en pequeñas dosis. En el caso de usar medicamento elaborado con fitocompuestos como extractos de plantas, por ejemplo, equinacea, también estaríamos usando un tratamiento alopático, en base a fitofármacos.
¿Es posible curar con homeopatía?
La académica de la UNAB sostiene que la “Sociedad Española de Medicina Homeopática (SEMH) afirma que la homeopatía ha curado a miles de pacientes, debido a más de 200 años de experiencia clínica. Para comprobar esto se basan en los resultados de una encuesta hecha a cada paciente (examen integral), lo cual les permite prescribir el medicamento homeopático específico para cada uno”.
La químico farmacéutica asegura que “los expertos en homeopatía plantean que para elaborar un medicamento de este tipo es necesario tener en cuenta tanto los síntomas característicos de la enfermedad como los particulares que presenta cada enfermo ante una misma patología. El medicamento homeopático se puede utilizar tanto como tratamiento único como complementario a los fármacos convencionales”.
Estos medicamentos se basan en una sustancia (compuesto o extracto) que provoca determinados síntomas en una persona sana, pero en cantidades muy pequeñas, es capaz de curar los síntomas semejantes en una persona enferma. “Los medicamentos homeopáticos son elaborados mediante sucesivas diluciones en agua o alcohol, de manera que la sustancia original que produce los efectos de la enfermedad quede reducida a una ‘cantidad infinitesimal”, detalla Maite Rodríguez.
Los productos que se utilizan para elaborar estos remedios pueden ser de origen animal, vegetal, mineral o sintético (es decir, producidos en un laboratorio). Para elaborar el medicamento homeopático se sigue un proceso que tiene dos etapas: la dilución y la dinamización.
“A partir de estos procesos se elaboran cápsulas, glóbulos y otros tipos de formas que son básicamente envoltorios de diversos tipos de azúcares (sacarosa y lactosa, entre otros) que, en definitiva, son contenedores o excipientes de estas sustancias homeopáticas. A modo de ejemplo en el caso del Oscillococcinum, se trata de un preparado en base de extracto de hígado y corazón de una especie de pato, con una dilución de 200C, es decir, una parte de vísceras cada 10400 partes de agua, por lo tanto, es imposible encontrar alguna molécula activa en la preparación final”, subraya la experta.
Polémica entre seguidores y detractores
La homeopatía cuenta con seguidores y detractores. Algunos estudios científicos han conseguido demostrar que las sucesivas disoluciones de la sustancia “activa” en los medicamentos homeopáticos, desaparecen químicamente, por lo que el principio en el que se basa la homeopatía quedaría refutado.
Por su parte, los homeópatas afirman que el hecho de que las moléculas puedan dejar una impresión en el agua puede tener efectos sanadores en el cuerpo, aunque no existe hasta la fecha ningún ensayo clínico u otro tipo de evidencia científica que apoye este mecanismo o demuestre la eficacia del tratamiento con medicamentos homeopáticos, más allá del efecto placebo.
“A pesar de toda la polémica, los expertos en el tema plantean que es una medicina sin fundamento científico. Sin ir más lejos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido alertas sobre su uso para el tratamiento de enfermedades importantes como la malaria, el SIDA, la influenza, la diarrea en niños, entre otros”, concluye la académica de la UNAB.
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