Aunque a muchas les parezca bien bajar de peso rapidamente después de haber aumentado algunos kilos, lo cierto es que estas variaciones repentinas no le hace del todo bien a nuestro organismo.
Y es que mantener el peso a raya, puede significar “un desafío constante debido a las interacciones entre nuestra biología, el comportamiento y el entorno obesogénico”, según explica Alejandra Alarcón, nutricionista e integrante del Programa de Obesidad y Diabetes de Clínica Universidad de los Andes.
Pero ¿por qué nuestro cuerpo se puede ver expuesto a variaciones de peso en un corto periodo de tiempo? Según explica la especialista, algunos de los factores que provocan esto serían:
-Los alimentos más calóricos son más baratos.
-Menos personas preparan comidas en casa.
-Se consumen más alimentos en restaurantes.
-Los cambios en el entorno de actividad física lo han hecho más desafiante para estar activo durante todo el día. Las ocupaciones se han vuelto más sedentarias.
-Necesita transporte vehicular en lugar de caminar al trabajo o a la escuela como había sido común en el pasado.
Efectos secundarios
Cuando nos vemos enfrentadas a cambios alimenticios muy drásticos, nuestro cuerpo reconoce que algo está cambiando y reacciona con distintas respuestas:
Cansancio
Puede que nos sintamos fatigadas mayor parte del tiempo si hay una baja de peso repentina, esto puede “presentarse si las dietas son muy estrictas o si la baja de peso es muy rápida en un corto tiempo”, dice Alejandra Alarcón.
Problemas Cardíacos
El flujo de sangre cambia repentinamente cuando hay una modificación del peso, pero estrictamente, los problemas cardíacos pueden aparecer cuando se hacen “dietas sin supervisión o muy estrictas”, señala la especialista.
Cambios de humor
“El consumo de hidratos de carbono ayuda a mantener un buen nivel de concentración y producen placer, por lo que la excesiva restricción en un plan de alimentación se asocia a cambios de humor. También en ocasiones, el alimento es una forma de manejar algunas emociones”, explica la especialista.
Elasticidad de la piel
“Dependerá de la hidratación, edad y consumo de vitaminas y de proteínas. Estas últimas son las responsables de materia muscular, la que apoya la elasticidad de la piel”, dice Alejandra Alarcón.
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