Muchas veces terminamos de comer y nos quedamos haciendo largas sobremesas con amigos o familiares. O, por el contrario, preferimos salir a caminar “para bajar” la sensación de saciedad, aunque muchas veces, la siesta es la opción elegida después de almuerzo. Pero, ¿qué es lo más favorable para el cuerpo?
Una de las investigaciones más recientes de la Universidad George Washington, concluyó que caminar después de comer, puede reducir los niveles de azúcar en la sangre, que aumentan entre los 30 y 60 minutos después de la comida.
Expertos señalaron que el tiempo efectivo de paseo es de 15 minutos, a una velocidad de 4,8 kilómetros por hora. Realizar esta caminata después de cada comida, podría resultas incluso más efectivo que hacerlo 45 minutos al día. Los beneficios pueden ser la reducción de glucosa en la sangre y la pérdida de peso. Incluso, si duplicamos el tiempo de caminata a media hora, podríamos llegar a perder hasta 1,5 kilos en total, según un estudio realizado por la Clínica Yasuyo Hijikata de Osaka, quienes además enfatizaron en que hacer ejercicios inmediatamente después de comer, es mucho más beneficioso que reposar.
Estos no serían los únicos aportes que tendría el paseo post comida, ya que también acelera la digestión de 123 minutos a 107. “La actividad física aeróbica activa nuestro cuerpo en multitud de órganos y sistemas, favoreciendo directamente a la motilidad intestinal y esto, a su vez, nos ayuda a ir mejor al baño, ya que al caminar movemos la musculatura abdominal e, indirectamente, nuestras vísceras, como si recibiéramos un masaje intestinal por parte de un fisioterapeuta”, explica Rubén Bravo, experto en nutrición y portavoz del Instituto Médico Europeo de la Obesidad.
Finalmente, alivia el reflujo y la acidez, según concluyó un trabajo que analizó el pH del esófago después de dar un desayuno de huevos con beicon y café a los participantes, y pedirles que pasearan durante una hora al terminar de comer.
Pero, hay que tener en cuenta que los efectos decrecen pasada una hora y no resultan eficientes en aquellas personas que habitualmente no tienen estas molestias.
¿Y la siesta?
Según estos estudios, el tiempo correcto para tomar la anhelada siesta, sería después del paseo y no más de 30 minutos (si nos pasamos del tiempo, perdemos sus beneficios), ya que caminar nos ayudará a combatir el sueño que nos da cuando tenemos la guatita llena.
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