La rutina laboral suele ser la piedra de tope para todos quienes buscan llevar una alimentación saludable. Y es que el cansancio propio del final del día y la desorganización por la falta de tiempo, suelen ser factores que permanentemente juegan en contra del objetivo de mantener una dieta equilibrada en nuestro lugar de trabajo, donde pasamos más de la mitad del día.
Por esto, la nutricionista Rocío Maraver compartió con Vogue.es una serie de recomendaciones para evitar la tentación de optar por comida rápida y tomar el control de nuestra alimentación durante la jornada laboral.
En primer lugar, la experta explica que comer sano es algo que “requiere un poco de organización y planificación para tener una buena compra hecha con anterioridad, además de algunas horas semanales en la cocina que sí o sí hay que invertir (…) Debemos guiarnos por las mismas recomendaciones nutricionales que seguiríamos para elaborar un menú normal en casa”, señala, haciendo hincapié en la importancia de mantener el equilibrio en cada comida, incluso cuando no estamos en casa.
Lo que no puede faltar en tu despensa
Si mantienes tu nevera con alimentos saludables, siempre tendrás algo a la mano, principalmente cuando queramos cocinar. Sin embargo, es importante que conozcas las porciones de cada ingrediente.
“Lo que debe haber en mayor proporción son las verduras y la ensalada, también deberá haber una buena ración proteica a base de alimentos ricos en proteínas y bajos en grasas saturadas como las legumbres, la soja y sus derivados, el pescado, los huevos o la carne blanca y, por último, debería haber como pequeña guarnición cereales integrales (arroz, pan, pasta)”. Además, explica que “se debe cocinar con aceite de oliva virgen extra, acompañar la comida con un vaso de agua y de postre incluir una fruta o un lácteo, como un yogur sin azúcar”.
¿Qué comer cuando no tengo tiempo para cocinar?
Para Maraver es clave preparar todas las comidas equivalentes a una semana en un mismo día, de manera que sólo debas dedicar un solo día de la semana a cocinar. En esta línea, sugiere guardar los ingredientes en distintos platos, para que así no pierdas comida.
Sin embargo, la especialista reconoce que aunque nos planifiquemos, muchas veces pasa que los quehaceres no nos permiten dedicar ni un solo día a la cocina. Para estos casos, Rocío aconseja los alimentos envasados como, por ejemplo, el salmón ahumado o los embutidos, siempre revisando su etiquetado, ya que “son buenas alternativas para complementar nuestros platos y pueden ser buenos recursos para hacer una ensalada más completa“, informa.
Por otro lado, asevera que es importante agregar los ingredientes faltantes a los platos preparados, ya que no porque vengan listos significa que tienen los componentes necesario para nuestro organismo.
Picoteo de emergencia saludable
Si eres de las que picotea todo lo que hay, incluso sin tener hambre o después de haber comido, debes preocuparte de incluir opciones saludables para esto en tu lonchera.
“La fruta, los frutos secos y los lácteos enteros como los yogures, el kéfir o el queso fresco” son opciones muy recomendables por la nutricionista, ya que, también puedes “hacer diferentes combinaciones con estos alimentos”. Eso sí, es importante dedicarle el tiempo necesario a esta comida, para ingerirla tranquilamente y quedar saciados”, advierte.
Si tu antojo persiste en algún minuto de la tarde, puedes optar a opciones saludables. “Las crudités de verduras como las zanahorias, el pepino o el apio, los frutos secos, el chocolate negro de más de 70% de cacao, el queso fresco y las frutas naturales o deshidratadas“, indica.
Dos errores que debes evitar
“No planificar el menú con antelación y que la comida que hagamos sea incompleta; y no llevarnos nada y acabar recurriendo a comidas rápidas como bocadillos o sándwiches de la máquina expendedora del trabajo”, finaliza la especialista.
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