Aunque los niños y deportistas, están más expuestos a sufrir traumatismos dentales, que se quiebre, rompa o caiga un diente, a causa de un golpe, es algo que a todas nos puede pasar. Pero ¿Qué debemos hacer inmediatamente después del accidente?
La doctora Alejandra Salinas, docente de la carrera de Odontología de la Facultad Medicina UC, explica sobre las medidas de urgencia.
La especialista dice que lo primero es mantener la calma. Hay que tener en cuenta también que “la zona de la boca está muy irrigada por lo tanto muchas veces un trauma en los dientes va acompañado de alguna herida en labios, lengua o mejillas, zonas que sangran mucho e impide ver cuál es el o los dientes afectados“.
Por lo que es necesario limpiar la sangre con solución fisiológica o agua, para así identificar dónde está sangrando, y comprimir la zona hasta que disminuya el sangramiento, para así reconocer qué dientes y zonas de la encía presentan lesiones.
¿Qué hacer..?
Si su diente(s) cambió de posición.
Si esto sucede la doctora señala que se debe “envolver sus dedos en una gasa o trozo de tela e intente volver el diente a su posición original ejerciendo una presión suave”. Si esto causa mucho dolor o bien no lo logra, debes acudir rápidamente al odontólogo.
Si pierdes uno de tus dientes.
En caso de dientes definitivos, busca en el lugar del accidente el diente perdido, tómalo sin tocar la raíz y lávalo suavemente con solución fisiológica o bien con leche envasada, ojala fría, solo dejar correr el líquido sobre la raíz y no escobillar.
Tras limpiarlo, intenta volver a poner el diente en su lugar, y visita inmediatamente a un odontólogo. Si no puedes poner el diente donde corresponde, guárdalo en un recipiente (con leche fría, preferentemente), antes de dirigirte rápidamente al dentista, ya que “el tiempo entre la pérdida del diente definitivo y el reimplante es vital para su pronóstico posterior”.
En caso de pérdida de dientes temporales anda al odontólogo más cercano, sin reimplantar el diente.
Si observas que tienes dientes fracturados.
“Mire si los fragmentos están en la boca del paciente, retírelos y almacénelos en un recipiente con suero, leche o agua. Si no están en la boca búsquelos y almacénelos de igual forma y acuda al odontólogo más cercano”, indicó Salinas.
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