Entre los síntomas más conocidos de la depresión y la ansiedad, destacan la disminución del apetito, sentimiento de culpa, pérdida de la autoestima y confianza en sí mismo; junto con tensión muscular, enrojecimiento de la cara, problema en el sistema digestivo, coronario e inmunitario y problemas de garganta.
Sin embargo, un reciente estudio denominado “A possible negative influence of depression on the ability to overcome memory interference” suma a la lista la perdida de memoria o lagunas mentales, debido a la frecuencia con la que la ansiedad activa la respuesta de estrés del cerebro.
La investigación detectó además otro factor común entre ambos trastornos, que tiene que ver con la perturbación del sueño lo que, a su vez, incide en los problemas a la memoria. Y es que al no tener descanso, el cerebro pierde la capacidad de concentrarse en guardar nueva información.
Por otro lado, quienes padecen depresión o ansiedad pueden tener problemas de fatiga en el cerebro lo que puede generar insomnio, anorexia y cansancio, lo que también afecta directamente a la memoria.
La buena noticia, es que el estudio aseguró que esta pérdida de memoria asociada a estas enfermedades mentales, sería de carácter temporal. Eso sí, siempre y cuando el problema sea tratado a tiempo con un médico.
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