Dolor-de-cabeza

Ocho cosas que pueden producir un derrame cerebral

Por Constanza Cortés /@lavecinacortes

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Utrecht en Holanda detectaron que acciones cotidianas como tomar café, ejercitarse de forma intensa, sonarse la nariz con fuerza y tener relaciones sexuales pueden pueden hacer que un aneurisma se rompa.

Antes sólo se tenía certeza de que ser mujer y tener hiperentensión eran antecedentes preocupantes y que podían desencadenar un derrame cerebral,  sin embargo existen vicios y rutinas diarias que pueden influir en esto.

Según un estudio realizado por la Universidad de Utrecht, Holanda, existen ocho hábitos cotidianos, que repetidos en exceso, pueden poner en riesgo nuestra vida.

Para detectar estos factores de peligro, el equipo de investigadores consultó durante tres años  a 250 pacientes que sufrieron aneurismas, cuáles habían sido sus hábitos y actitudes antes de que tuvieran el derrame. De esta forma concluyeron que el consumo de café, el ejercicio físico intenso, sonarse la nariz con fuerza, tener relaciones sexuales, hacer fuerza al ir al baño, tomar bebidas cola, sobresaltarse y enojarse son factores que -en este orden- aumentan el riesgo de que se produzca un derrame dentro del cerebro.

“Todos estos comportamientos aumentan la presión sanguínea temporalmente y facilitan que el vaso inflamado por un aneurisma se rompa. Así de sencillo”, explica Monique Vlak, neuróloga en el Centro Médico Universitario de Utrecht (Holanda) y coordinadora del estudio publicado en mayo en la revista Stroke.

¿Qué es un aneurisma?

Un aneurisma cerebral ocurre cuando hay un ensanchamiento en un vaso sanguíneo o cuando una parte de éste sufre un “abombamiento”. Muchas veces, las personas pueden tener aneurismas sin presentar síntomas y sólo pueden detectarse con una resonancia magnética o una tomografía.

La mayoría de las veces el aneurisma deja pasar una pequeña cantidad de sangre,  causando un dolor de cabeza muy fuerte, pérdida de visión, náuseas, vómitos, dolores en el ojo o en el cuello, confusión, somnolencia, dificultad para mover partes del cuerpo, crisis epilépticas, problemas del habla son también algunas situaciones que pueden alertar sobre un posible derrame cerebral.

OJO CON LAS CIFRAS

Este estudio estima que el 2% de la población mundial -poco más de 6 millones de personas- tiene aneurismas intracraneales, pero que pocos se rompen. Estas hemorragias causan la muerte a la tercera parte de los pacientes que las sufren y dejan a otro 20% en una situación de dependencia total.

“Para las personas con un aneurisma que es demasiado pequeño para poder tratarlo o que está localizado en una zona de difícil acceso para intervenir, es mejor prevenir que curar. Evitar comportamientos de riesgo puede ser su seguro de vida”, precisa Ale Algra, del Departamento de Neurología del Centro Médico de Utrecht.

El experto señala que si se evita el consumo de café se puede reducir en un 10% el riesgo de ruptura de un vaso sanguíneo, y en un 4% si se toman laxantes.

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