Las temperaturas invernales hacen que nuestra ingesta calórica aumente. Muchos de los alimentos por los que optamos durante el invierno son altos en hidratos de carbono (harinas y azúcares) y además están fritos, los que se acumulan como grasa en nuestro cuerpo.
La Tercera publicó un artículo en el que indican que que cinco sopaipillas tienen las calorías que un adulto necesita al día, con 400 calorías por porción. Esto, teniendo en cuenta que una mujer necesita 1.8000 calorías diarias y un hombre 2.300 (ver gráfico)
Rinat Ratner, nutricionista de Clínica Alemana, señaló a La Tercera que la exposición al frío obliga al organismo a aumentar el gasto calórico para mantener la temperatura adecuada, pero “hoy la mayor parte de las personas cuentan con sistemas de calefacción y ropa adecuada, por lo que es muy poca la exposición real a bajas temperaturas, por lo que la diferencia en el gasto calórico es muy baja. Si a eso le sumamos que en invierno realizamos menos actividad física al aire libre y tenemos menos horas de luz, no debemos aumentar nuestra ingesta calórica”, explica.
Comidas por las que deberíamos optar en invierno
Los especialistas señalan que la cantidad de calorías que quemamos en invierno y en verano son más bien parejas, por lo que debemos incluir en nuestra dieta otros alimentos para generar calor corporal. Se recomienda consumir más sopas, caldos, cazuelas desgrasadas, té, café, aguas de hierbas, cremas de verduras y guisos. También hay que cuidar el tamaño de las porciones que consumimos y los acompañamientos.
Si mueres de ganas por comer una sopaipilla lo recomendable es comerla en casa y no en la calle, por la calidad del aceite en que se fríen. Una buena opción es comerlas al horno en vez de fritas, pues así aportan y unas 50 a 80 calorías menos.
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