El éxito de La Roja femenina en la Copa América con su histórica clasificación al Mundial, nos hizo perder el foco. En las redes sociales se hablaba del “baile” que le estaban dando las estadounidenses a las chilenas. Es cierto lo del “baile”, también que nos costó dar más de tres pases seguidos y también que con una mano podríamos contar las ocasiones en que Chile pasó el campo rival, pero ¿saben que? Tenemos más motivos para estar felices que tristes.
Con 20 mil espectadores en el Stubhub Center Chile enfrentó en Los Ángeles, California a las campeonas del mundo por primera vez en su historia ¿Era previsible está derrota? De todas maneras. Pero como en la vida, las derrotas son necesarias y para enfrentar desafíos importantes, como el Mundial, hay que desafiarse.
A Chile no le sirven los amistosos contra selecciones de menor nivel solo para recibir aplausos. Para que La Roja pueda competir de verdad en Francia 2019, necesita de goleadas en contra, enfrentarse a campeonas olímpicas como Alex Morgan, tienen que marcar a goleadoras de fuste como Christen Press o a campeonas de Champions League como Morgan Brian.
Me pone feliz que la ANFP haya tomado el camino difícil eligiendo rivales que nos llevan más de 30 años por delante en desarrollo del fútbol femenino. No se asusten ni alarmen si nuevamente La Roja es derrotada el próximo martes por Estados Unidos. Cada gol en contra, cada vez que se las lleven en velocidad e incluso cada autogol, significa que el Mundial se lo están tomando en serio porque aunque se acaben los aplausos, La Roja necesita perder para ganar.
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