Es el retorno de uno de los referentes del pop del siglo XX, pero el foco ha girado hacia otro lado. La confirmación del show de Paul McCartney, para el 11 de mayo en el Estadio Nacional, ha arrojado un escenario con marcas inéditas: el precio de las entradas. Es que el boleto más exclusivo para ver al ex Beatle en Santiago asciende a $ 532 mil, por lejos el más alto cobrado en Chile y lo más caro, hasta ahora, en su gira latina.
¿Razones? Al menos dos: los altos costos de la operación para traer al artista y la configuración del recinto de Ñuñoa para su desembarco. Aunque no se entregan cifras oficiales, el empresario peruano Jorge Ferrand -quien lleva al cantante este 9 de mayo a ese país- declaró en enero que la tarifa de McCartney para cada uno de sus recitales en la región bordea los US$ 4 millones. “Nos demoramos dos años en traerlo. Es un esfuerzo grande”, ilustra a La Tercera el productor limeño. En el caso chileno, los organizadores locales -DG Medios y Chilevisión- respondieron a la alta cifra estableciendo cuatro localidades a un precio superior a $200 mil, como un piso para que la alta inversión pueda generar réditos comerciales.
Carlos Geniso, jefe de DG Medios, dice que sólo ocho mil de las 50 mil entradas en venta concentran las ubicaciones más caras (900 corresponden a las de $ 532 mil). Según el productor, tal modelo permitió que los boletos de alto costo establecieran cierto equilibrio con las entradas medias, las que están cerca del promedio habitual y que no escapan de lo exigido por U2 o Madonna. Una diferencia con Perú: allá los tickets más bajos cuestan $ 43.000, casi el doble de los $ 28.000 que vale la galería del Nacional. Eso sí, los tickets VIP chilenos son los más caros del tramo sudamericano del Up and coming tour, que ya pasó en noviembre por Argentina y Brasil. Si en Buenos Aires el más oneroso salía $ 186.606, en Sao Paulo era de $ 208.926. En Lima es de $ 333 mil.
“En Perú se optó por tener una cancha de pie. Nosotros tenemos la mitad de ese sector numerado y con sillas, porque hemos comprobado que es el mejor servicio que podemos entregar a las personas que quieren disfrutar de rock clásico”, comenta Geniso. Ferrand acota que cada productora sudamericana estableció su propio modelo de negocios y su propio criterio para los precios. ¿Otra diferencia? En noviembre, los boletos para ver a “Macca” en River Plate eran más accesibles debido a un canon básico: allá hizo dos shows y reunió a 140 mil personas, lo que permitió mayor rango de ganancias. Más allá de las cifras, ayer latía cierta efervescencia por su vuelta. Su web ofrecía un código para comprar las entradas que remitía directo a Ticketmaster, lo que permitió a seguidores no registrados adquirir localidades, aunque la venta oficial empieza esta medianoche. También se dispusieron tres formatos de paquetes VIP que permiten ir a a su prueba de sonido. El más caro: $1.183.125.Según DG, ayer ya se habían vendido la mitad.
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