Desde el estallido social del 18 de octubre, la ‘primera línea’ de las manifestaciones no ha sido solamente compuesta por hombres, sino que entre ellos, también se encuentran mujeres.
Una de ellas es Karla Ruíz, o más conocida como ‘Megera’, la diosa griega del castigo, quien asegura en una entrevista con la agencia de noticias EFE que “hemos perdido el miedo. Yo lucho por mi madre, que es madre soltera y tiene que tener dos ‘pegas’ (trabajos) para llegar a fin de mes“.
La adolescente de 16 años no está sola en el frente, también la acompaña la universitaria Paula Mereira, quien armada siempre con una botella de agua con bicarbonato, para apalear los síntomas de las lacrimógenas, cuenta a la agencia de noticias que en la primera línea “hay escuderas, resorteras, picadoras, chicas apuntando con láser y enfermeras“.
Por otro lado, Faviola Méndez de 39 años, señala que “estamos empoderadas y hacemos lo mismo que ellos“, y que por lo general, el movimiento es “bastante igualitario”, aunque no falta el compañero que se pone ‘paternalista’. “Podemos cuidarnos solas“,asegura Méndez.
Esta primera línea femenina, está “haciendo historia”, declara Soledad Falabella, profesora del Centro de Estudios de Género y Cultura en América Latina (Cegecal). Especialmente ya que las ‘guerreras’, no son referentes tan veneradas como lo son Gabriela Mistral y LasTesis, en cuanto al activismo social.
“Hay que visibilizar lo que están haciendo estas chicas. El mensaje que lanzan es muy poderoso, teniendo en cuenta que nos sigue costando mucho como sociedad reconocer la agresividad y la violencia de las mujeres“, asegura la experta.
Según consigna El Mostrador, la investigadora del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES), también explica que algo como esto no había existido nunca en Chile, “una turba tan violenta, organizada y heterogénea, en la que se pueden encontrar desde universitarios de clase media-alta hasta chicos de familias desestructuradas que tienen poco que perder“, dice el medio.
“Es gente con poca aversión al riesgo porque, con los niveles de represión que hemos visto, la probabilidad de que te pase algo no es baja“, agrega la socióloga.
Las manifestaciones en el país han dejado un saldo de 27 muertos y cientos de detenidos. Y en la mayoría de las ocasiones, estas protestas se tornan extremadamente violentas, hechos por los que no solo la ‘primera línea‘, sino que también gran parte de los participantes de las protestas, han tenido que estar preparados para protegerse y ayudar al que lo necesite.
Y bien lo sabe Dafne Barrera, quien se encuentra cursando su último año de medicina. Barrera, organizó un “comando sanitario” junto con tres amigas de la facultad, con quienes prestan primeros auxilios en el aguerrido frente de la primera línea.
El equipo de Dafne se puede reconocer por sus ropas blancas, cascos rojos y chalecos con cruces rojas. En su misión, la futura médico cuenta que las dolencias que más tratan son mareos y quemaduras, además de heridas a causa de pedradas y perdigones. Pese a la violencia, la universitaria sabe que su ayuda “permite a los ‘cabros’ (jóvenes) seguir luchando”.
“Lo que está pasando es muy importante para Chile. Queremos grandes cambios y vidas dignas“, declara a Efe la estudiante de medicina.
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