Con alma de artistas

Son jóvenes, buscan innovar y han lanzado líneas exclusivas que incluyen productos de arte y diseño. Galería Bicolor y Taller Trío han apostado por convertirse en marcas sumadas a la rutina, ofreciendo comodidad y un toque moderno al hogar.

Hace un año, ninguna de éstas dos marcas habría pensado emprender un camino independiente y convertirse en exponentes de sus profesiones. Hoy, tienen negocios formados y miles de ideas a futuro. Galería Bicolor y Taller Trío son dos colectivos de arte y diseño, que optaron por innovar con el desarrollo de objetos propios. Y lo han logrado.

Con experiencia empresarial y docente, Felipe y Paulina decidieron arriesgarse a formar su propia empresa. Su resultado fue Galería Bicolor, una marca de arte que surgió gracias al apoyo de Capital Semilla, concurso que premia los proyectos de emprendimiento artísticos.

Su objetivo era claro: Una línea que ofreciera arte al alcance de todos “Quisimos hacer un colectivo de fácil acceso visual, agradable y amable a la gente, algo que lo pudieran ver y entender”, dice Paulina Bravo, integrante de Galería Bicolor.
   
Sus trabajos van desde collages a cuadros a pintura acrílica sobre madera. Según ellos mismos cuentan “nuestra gran novedad es que estamos traspasando todo lo que nosotros sabemos técnicamente a objetos que sean de consumo cotidianos. No nos ponemos el límite de estar siempre en el bastidor”, dice Felipe Contreras.

Su inspiración. Los artistas no componen al azar, siempre tienen algo que decir detrás y por eso para Galería Bicolor, la publicidad, las revistas, la televisión y el diseño conforman las raíces de su trabajo.

Además de darle valor agregado a sus productos, que consiste en mano de obra única, atención personalizada e investigación en diferentes soportes, Galería Bicolor busca reencantar a la gente sin caer en lo clásico. Tal como afirman, en Chile la gente no está acostumbrada a tener arte en su casa “nosotros hacemos arte de verdad, con todas las técnicas. La diferencia es que nosotros lo hacemos de una manera en que la gente pueda entenderlo, pagarlo y disfrutarlo”, agrega Paulina.

“Queremos hacer piezas únicas tal como es el arte pero siempre siendo una línea única, queríamos hacer un arte masivo, pero exclusivo para el cliente” , señala Felipe Contreras.

Diferente es el caso de Taller Trío, conformado por tres jóvenes que terminada la universidad, se reunieron bajo una misma iniciativa ecológica. Catherine, Damián e Ignacio crean mobiliario en base a materiales reciclables y este es precisamente el punto de partida de su negocio.

La ciudad está llena de neumáticos que a simple vista parecen un desecho más, pero para ellos, esta “basura” tiene mucha vida útil. “Los seres humanos producimos demasiado desecho y cada vez somos más” por eso la importancia de reutilizar lo más posible, señala Damián Walker, diseñador de Taller Trío.

Ellos no sólo recolectan y diseñan cada uno de sus sillones. Además, con su trabajo han recobrado el trabajo de oficios tradicionales como el tapicero y soldador, quienes son fundamentales para el proceso integral del neumático. Sus productos son objetos industriales que se intervienen con mano de obra artesanal. Y aunque reconocen que les ha costado por no tener mente de comerciantes- pues lo integran dos diseñadores y un arquitecto- ya cuentan con una línea de sillones para living, puffs y dedicados a los niños.

¿Por qué el neumático? Se puede usar para muchas cosas: Es resistente al agua, aislante térmico, antideslizante y a pesar de ser un material rígido, es muy amigable para el cuerpo. Taller Trío busca abrir la mente de la gente, y a pesar de afirmar que los chilenos no tienen cultura de comprar cosas únicas, seguir el ejemplo internacional que se da en países europeos, es sin duda el legado que estos jóvenes pretenden instalar.

“Esperamos que con la mezcla del pensamiento europeo más la mano de los diseñadores, la gente pueda incorporar todo tipo de objetos reutilizados o verdes en su casa, pero es una cosa de mentalidad”, Catherine Dauvergne.

Dos colectivos de artistas, que más que profesionales, son impulsores de nuevas tendencias. Mediante la creación de productos únicos e industrializados, intentan a diario hacerse un espacio en la mente y preferencia de los consumidores. Un ejemplo que confirma que los conceptos modernos sí funcionan y están siendo incorporados cada vez con mayor frecuencia en los hogares. Solo basta mirar y estar dispuesto a innovar. “Es un constante ensayo y error, que es lo más entretenido”, finaliza Damián.