Explican por qué el cerebro de hombres y mujeres responde distinto al humor

Por Biut y Agencias

Una caída, chascarro de tipo sexual o garabato dicho con gracia pueden ser fuentes seguras de carcajadas para los hombres. Para las mujeres, probablemente no. Es que el humor funciona distinto para ambos sexos y eso no solo es cosa de gustos. Diversos estudios han demostrado que la forma en que el cerebro procesa lo absurdo no es igual en ellos y ellas.

El circuito que la información recorre en el cerebro es similar en hombres y mujeres. Sin embargo, en ellas alcanza un nivel de complejidad mayor.

Natalia López, bióloga e investigadora de la U. de Navarra, en España, compara esta diferencia con un viaje en Metro: “Aunque los puntos de partida y llegada coincidan, las mujeres emplean más estaciones e implican mayor recorrido”.

La experta explica a La Tercera que en el sentido del humor intervienen tres capas del cerebro: en primer lugar, la corteza que procesa las palabras y hace que nos demos cuenta de que lo escuchado o leído no tiene sentido. Esto es posible gracias a una región del cerebro conocida como central de detección de errores permite que nos percatemos de lo absurdo de la situación. Cuando eso sucede se eleva el nivel de dopamina, neurotransmisor encargado de producir una sensación de bienestar en el organismo. Esta hormona envía, a su vez, señales a la corteza prefrontal, lo que da origen a la risa o carcajada.

Si bien este último proceso se produce en ambos sexos, en el caso de las mujeres también interviene la amígdala cerebral, la cual calibra la sensación de regocijo de acuerdo a la gracia que produce el absurdo.

Así, “mientras las mujeres requieren que lo absurdo sea gracioso y por ello provoque la emoción de lo divertido, en el cerebro masculino, en cambio, no se integra tanto lo emotivo, y la recompensa se espera de lo absurdo del chiste, sea divertido o no”, dice López.

No es todo: estudios con resonancias magnéticas revelan que las mujeres emplean más áreas cerebrales y, sobre todo, integran más que los varones lo emocional en los diversos procesos, incluidos los cognitivos. Y el humor no escapa a eso. Según explica la experta, la mayor activación cerebral en la región prefrontal en las mujeres sugiere un mayor uso de la memoria a corto plazo y de las áreas del lenguaje. Algo que no ocurre en los hombres, razón por la cual procesan más rápido las situaciones graciosas y disfrutan más de chistes sencillos, las clásicas tallas.

Ellas, en cambio, se sienten más divertidas con situaciones más elaboradas que implican un mayor análisis y un humor más sutil. Esto no significa que las mujeres sean serias o fomes, sino más bien que son más selectivas y disfrutan solo aquello que les parece realmente chistoso.

“Las féminas integran mejor conocimiento y emoción, lo que se traduce en una respuesta muy alta a lo realmente agradable”, explica López.

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