Los helados son más que una golosina y, siempre que su consumo sea moderado, son una fuente de proteínas, calcio y vitaminas A, D y B2. El contenido energético de los helados no suele superar, en las opciones más cremosas, las 250 Kcal/100gr., menos que una torta de chocolate o una ración de queso cremoso.
Son los ingredientes de grasa y azúcar de un helado los que determinan su contenido en calorías y los que lo hacen más o menos sano; agua (85-90% en polos y sorbetes; y 50-60% en helados de crema o leche), leche (si es entera, descremada, semi descremada o en polvo), azúcar y otros añadidos como mantequilla, galletas, frutos secos… Por ejemplo, un helado elaborado con leche entera presenta más calorías y grasas que uno de agua (100 kcal/100 gr) o uno de leche descremada (150 Kcal/100gr).
“Es preferible optar por helados light, que son versiones más ligeras que los helados tradicionales, los granizados y los helados elaborados con yogures descremados y fruta”, destacó Carmen Gloria Rodriguez, Nutricionista de K2 Health&Wellness.
“También, influye en el aumento de peso, tomar un helado como postre que hacerlo en la merienda o como tentempié. Es importante, además, tomar el helado despacio para evitar una posible indigestión” afirmó la profesional.
Para preparar un helado light se puede emplear por ejemplo, Sugafor, que contiene sucralosa.
Los helados light o los helados bajos en calorías aportan menos azúcar y grasa que los helados normales, pero no se puede abusar, pues conseguirías sumar las calorías que tiene un helado normal. Ten en cuenta además, que un helado nunca debe sustituir a la fruta, el yogur, el queso o la leche.
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