Sin duda el lugar preferidos de los niños en verano son las piscinas o playas. Sin embargo no es el lugar más seguro, ya que al no tomar las medidas de seguridad necesarias, se pueden provocar accidentes fatales como asfixia por inmersión. Para evitar esto, la mayoría de los padres deciden recurrir a diferentes métodos de protección, como los flotadores manguitas y chalecos salvavidas.
Pero, ¿cuál es la opción más segura y efectiva? la Dra. Ana María Bravo, Médico Jefe de la Central de Operaciones de Help, indica cuál es el mejor elemento de seguridad para las actividades acuáticas preferidas de los niños.
Al contrario de lo que muchos piensan, los flotadores conocidos como manguitas y/o alitas no bastan para proteger al niño, ya que al solo ser colocado en los brazos, no tiene la capacidad de levantar la cabeza del menor en caso de que se hunda, además de ser más propensos a salirse con el movimiento y pincharse.
Así lo recalca la Dra. Bravo, “los flotadores de brazos (manguitas o alitas), balsas y aros plásticos, entre otros, no están diseñados para proteger al bañista. Producen falsa sensación de seguridad, pues pueden pincharse o salirse y dejar al niño sin ningún elemento de seguridad. Además, impiden la movilidad del niño en el agua”, enfatiza.
Una alternativa más segura y que los especialistas recomiendan son los chalecos salvavidas, siempre y cuando sea adecuado para su peso y tamaño, ya que este implemento no corre riesgo de pincharse o de salirse.
Sin embargo, no hay que olvidar que el chaleco salvavidas no sustituye la vigilancia de un adulto, solo es un complemento, ya que el niño debe estar en permanente compañía de un mayor mientras está en el agua. “La mayoría de los accidentes ocurren de manera rápida y silenciosa, cuando se descuida a los menores un par de segundos”, recalcó la especialista.
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