Ni las escuelas ni las fiestas barriales podrán elegir a una “reina” niña o adolescente en la ciudad boliviana de La Paz, donde fueron prohibidos los concursos de belleza entre menores para evitar la “hipersexualización o erotización prematura”, una de las principales causas de violencia infantil.
“No queremos que las niñas sigan siendo objetos de uso sexual, objetos para vender determinado productos de moda”, arguyó este miércoles el concejal Pedro Susz, promotor de la ley que también impide que las niñas participen en anuncios publicitarias con poses o ademanes sexualizados.
La norma tiende a que las menores “no sean utilizadas por sus padres o tutores o la sociedad, como copias de adultos obligándolas a adoptar actitudes, poses, acciones, modas, maquillajes, peinados, etc, que no corresponden a su edad”, añadió Susz.
La normativa, que sólo tendrá como ámbito de aplicación la ciudad de La Paz, de unos 800.000 habitantes, señala que existe un aumento “constante” de casos de violencia contra ese segmento y que una de las causas “es la violación de la integridad sexual de niñas, niños y adolescentes, que se denomina hipersexualización prematura”.
Según el argumento de la ley municipal al que tuvo acceso la AFP, “la hipersexualización es una forma de violencia psicológica, donde niñas, niños y adolescentes son forzados o inducidos a tomar posturas o acciones (vestimenta, maquillaje, lenguaje, gestos) propias de personas adultas, las cuales no corresponden a su edad”.
Susz dijo que el Ejecutivo municipal aún debe aprobar un reglamento con sanciones, aunque sugirió, por ejemplo, que las personas denunciadas sean sometidas a talleres de capacitación, contra la “hipersexualización, erotización temprana y violencia contra la mujer”.
Otro de los artículos también establece la necesidad de “capacitar” a los payasos que animan fiestas infantiles contra el uso de lenguaje y juegos recreativos que hagan alusión a hechos eróticos o sexuales.
De acuerdo con datos de la Fiscalía, cada día en Bolivia un promedio de 16 niños, niñas y adolescentes sufren algún tipo de agresión sexual y en 2017 se registraron 87 infanticidios, que tienen una pena de 30 años de prisión sin derecho a indulto.
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