Han pasado semanas ya desde que Meghan se convirtió en la esposa del príncipe Harry, por lo que también ha comenzado a asistir a actividades propias de la familia real.
Iba todo bien hasta que asistió junto a Harry a una reunión que organizó la Reina Isabel, donde se reunieron con distintos jóvenes líderes de Reino Unido. Al finalizar la actividad, se debía tomar la foto de rigor en el palacio de Buckingham. Fue ahí cuando Meghan posó sentada con las piernas cruzadas, algo que está prohibido en la familia real. “Es el error más grande que una dama puede cometer”, comentó Myka Meier, experta en protocolo, fundadora y directora de Beaumont Etiquette en People.
La especialista explicó que sólo juntar las piernas es la pose adecuada. “Es la pose perfecta para cuando una cámara está posicionada directamente en frente tuyo porque, al inclinar levemente tus rodillas para crear un efecto zig zag cuando usas un vestido o una falda, tus piernas están anguladas de tal forma que la cámara solo captura los lados de tus piernas y protege tu modestia”.
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