Fue un ejercicio emotivo, que hizo que todos, tanto el panel como la audiencia del Mucho Gusto, terminaran reflexionando sobre la autoestima.
Coté Quintanilla reunió a un grupo de mujeres para pararlas frente a un espejo y verse, con defectos y virtudes, en una dinámica que desentrañó dolores y deficiencias, incluso de la misma cantante, que contó un episodio particular.
“Yo estaba lanzando un disco y ya no tenía 12 años, tenía 18, 19. Salgo, feliz, y los primeros comentarios que me llegan fueron ‘¡qué gorda está!’, ‘¿le viste como se veían esas piernas?’, ‘¿cuántas peras tiene?’. Primero me dolió, fue una patada al estómago. Vieron primero mi envase en vez de mi contenido. Creo que hasta el día de hoy me cuesta perdonar eso”, contó afectada.
Y agregó que “lo que más me sorprendió es que esos comentarios venían de mujeres”, manifestando que “a veces hay que ser más empáticas con la otra, menos criticonas. Si al final todos los días, todas, tenemos algún conflicto con nuestros cuerpos”.
Luego, indicó que hace un tiempo decidió tomar una bandera de lucha a través de sus redes sociales, donde a veces se muestra al natural, sin maquillaje, buscando que “ninguna vida más se apague por querer ser bonita, por solo no verse bien en el espejo correcto”.
Finalmente, Coté transparentó que ella misma ayuda a su sobrina, por ejemplo, a empoderarse día a día, pese a que su hermano le dice que “no la suba tanto”. “Tenemos un problema con generar niñas que sean conscientes de que tienen habilidades porque se pueden creer la raja. Pero si les entregaste las herramientas suficientes, dejemos que generen power adentro”, cerró.
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