De acuerdo a estadísticas dadas a conocer por la Corporación por los Derechos Sexuales y Reproductivos (Miles), 12.267 niños, niñas y adolescentes chilenos han sufrido de violación y abusos sexuales entre los años 2012 y 2016. Los datos, que fueron obtenidos a través de la Ley de Transparencia, además indican que entre el mismo periodo se registraron 12.096 abusos a personas mayores de 14 años. En el 85% aproximadamente de los casos las víctimas son mujeres.
Y aunque cada vez son más quienes se atreven a denunciar los casos de abuso sexual, aún este tema sigue siendo tabú en Chile.
Por esto Javiera Donoso, psicóloga especialista en reparación emocional y temáticas de autocuidado y autoestima, responde en Biut algunas de las dudas más frecuentes sobre el abuso sexual, que todos debemos conocer.
Lo que debes saber sobre el abuso sexual
¿Qué es un abuso sexual?
El abuso sexual es ante todo un problema en el ámbito del poder. Todo abuso sexual tendrá como trasfondo el asunto de la asimetría o inequidad de poderes: por género, por edad, por fuerza física, por influencia psicológica, por jerarquía social, por dependencia económica, etc. Se trata de actos de violencia que pueden desplegarse de múltiples maneras y en distintos grados de complejidad.
¿Cómo afecta el abuso sexual en las víctimas?
La extrema vulnerabilidad propia de la infancia, sumada a otros factores explica el impacto traumático que genera un abuso sexual. La mayoría de los abusos no los cometen desconocidos, sino que generalmente son personas muy ligadas afectivamente a la víctima. Toda la experiencia está atravesada por el temor y la inmovilización, lo que les obliga a someterse automáticamente a la voluntad del agresor.
¿Se puede superar el trauma que genera un abuso sexual?
A pesar del impacto traumático de la experiencia, sin lugar a dudas es posible revertir los efectos y curar las heridas físicas y psicológicas de la experiencia. No obstante, esto no ocurre de manera espontánea o por el mero paso del tiempo. Se necesita de algún tipo de trabajo terapéutico. Más específicamente se sugiere realizar un proceso de psicoterapia junto a un profesional de la salud mental especializado. La idea de una terapia psicológica es escuchar lo que ha sido silenciado, evitando caer en lecturas cómplices que justifiquen, minimicen o nieguen el delito y vuelvan por lo tanto a traumatizar a la persona, dejándola nuevamente confundida y sola.
¿Cómo afecta el abuso sexual infantil a la sexualidad en la adultez?
Los síntomas más comunes de las personas que han sido víctimas de abuso sexual, son pesadillas y problemas para dormir, cambios de ánimo, irritabilidad, depresión, trastornos alimenticios, sentimientos de culpa y auto-reproche ligados a una baja autoestima, y sin duda todo tipo de trastorno de la sexualidad: inhibición, desinterés por lo erótico, dolor genital, ocultamiento del cuerpo, vergüenza, fobia al contacto íntimo, disfunciones sexuales en general o en caso contrario podría darse una hiper-sexualización disociada.
Si mi pareja ha sido víctima de abuso sexual ¿qué debo tener en consideración?
Los abusos sexuales padecidos durante la infancia pueden ser tan traumáticos que algunas veces se olvidan y reaparecen en la adultez. Suele ocurrir que a propósito del ejercicio de la sexualidad con la pareja broten ciertos recuerdos traumáticos que pueden en ese momento producir rechazo u otras emociones intensas y así afectar la vida sexual. Recomiendo no tomarse de manera personal el rechazo al sexo o de sentirse ofendido, atacado y excluido, sino que apoyar a tu pareja. Si se logra tener empatía, ternura, cuidado y paciencia, se generará más intimidad y amor, lo que probablemente permitirá que puedan recuperar su vida sexual de manera más satisfactoria.
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