“Tenía la misma edad que su hija, Steffi”. Con esta frase Gabriela Pavez, reconocida bailarina chilena, comenzó su relato en redes sociales para denunciar una situación de acoso sexual que, según cuenta, vivió hace siete años e involucra al cantante chileno Dj Méndez y Macabro Imperio.
“Cuando tenía 18 años (2012) tuve mi primer trabajo con dj Méndez y Macabro Imperio (…) Éramos cuatro bailarinas, yo era la más nueva y la menor, los demás eran todos hombres a excepción de una corista (…) Cuando empezó la gira todo se descontroló”, escribió.
“Los Macabro se sentaban al lado de nosotras, te abrazaban, se ponían ‘cariñositos’ y yo siempre intentaba alejarme cordialmente. Una vez estaba sentada y uno de ellos, Rodrigo, de la nada me da un beso. Le dije que no lo hiciera más, yo pololeaba y no me quería prestar para esas cosas, hasta que un día (4 días antes del matrimonio de Méndez) todo el bus se descontroló”, continuó.
“Empezaron a tomar, a bromear con las otras bailarinas. Me tenía que hacer la dormida para que no me molestaran a mí, hasta que llegaron a mi lugar y entre todos empezaron a agarrarme para que su jefecito se acercara a darme un beso; yo tenía la misma edad que la de su hija Steffi. Comencé a patalear y tratar de soltarme, pero él me lo dio igual. Cuando me solté fui corriendo a la parte delantera del bus. Me puse a llorar de impotencia (…) no podía creer que pensaran que como bailarina tenía que prestarme para sus calenturas”, agregó.
La bailarina de Las Players aseguró que “quedaban tres días de gira y decidí aguantar para no dejar a mis compañeras sin una bailarina. Ellos me ignoraban, estaban enojados porque no les daba “la pasada”, hicieron como si no existiese y cuando terminó, obviamente no iba a seguir y ellos tampoco me querían en el equipo, no por hacer mal mi trabajo, sino por no prestarme para lo que ellos querían”, aseveró.
Pese a la difícil situación, la mujer aclara que, “por suerte no fue traumante ni nada” y que si no denunció antes fue por falta de pruebas y por miedo “porque sabía que tenían mucha influencia en ese tiempo. Gente me dio la espalda, diciéndome que usaba unos short muy cortos y que andaba provocando. Eran ellos, no yo. El acoso tiene que parar, quizás a cuántas más les pasó. Que el karma se encargue de ustedes, nuestras voces se escucharán más que su ‘música’ (…) Las bailarinas somos artistas, no las putas de nadie”, culminó.
Miles de usuarios apoyaron a la bailarina, entregándole mensajes de contención y destacando su valentía. Sin embargo, hubo una respuesta en particular que no pasó desapercibida. Se trata de Leo Mendez, el hijo del cantante, quien a través de sus stories de Instagram publicó un mensaje defendiendo a su padre.
“Que heavy que apunten con el dedo llamando ‘abusador’ o ‘degenerado’ a una persona cuando ni siquiera hay pruebas. Tengan en cuenta que tenemos hermanas más pequeñas, menores de edad, que ven lo que ustedes ponen en redes sociales y ellas tienen un papá, hue… sin consciencia”, escribió.
“Lo que está haciendo esa tal bailarina es súper delicado. Estuvieses en Suecia, te comes la demanda por injuria y calumnia, pobrecita. Ahora es cuando las ‘feministas’ de moda salen al ataque. Ahora todos tienen algo que contar, pobres. Uno es inocente hasta que se demuestre lo contrario”, finalizó.
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