Hace unas semanas, Antonia Barra, una joven de Temuco, se suicidó luego de haber sido presuntamente violada en una cabaña en Pucón, el 18 de septiembre. “Lo único que me acuerdo fue como haberme despertado, o estar más consciente y el hueón estaba arriba mío y yo le dije ‘sale mierda’… y me fui (de la pieza)… me siento sucia”, se escuchaba en unos audios de Whatsapp que la mujer de 20 años le enviaba a una de sus amigas, según investigó Chilevisión.
En entrevista con el medio Verdad Digital, Martín Pradenas Dürr, presunto autor del ataque sexual, declaró asegurando que “soy completamente inocente (…) No soy un violador, no soy un depredador sexual”.
En primer lugar, el hombre indicó que, pese a que la conocía, “no tenía una relación más cercana con ella, no éramos amigos” y tampoco mantenían comunicación, solo “una que otra reacción por Instagram y redes sociales, pero no conversaciones”, señaló.
Para el hombre de 28 años, la noche del ’18’, “simplemente nos encontramos en una discoteca, tuvimos buena onda, conversamos, nos reímos y nos fuimos juntos a seguir carreteando. Esa es la realidad de los hechos, después se tergiversó y cambió todo”, contó.
Según su versión, jamás la obligó a ir a la cabaña. “Coincidimos en ir juntos a seguir carreteando. Su amiga la había dejado en la disco y nos fuimos. En ningún momento la impulsé o forcé a hacer algo, siempre fue por sus medios y consciente de lo que estaba haciendo”, rectificó, además de confesar que durante la estadía en la cabaña tampoco la retuvo. “Jamás, ella se fue cuando quiso, nunca la encerré ni nada por el estilo (…) Después de eso tuvimos una conversación vía mensaje donde le aclaro que llegamos juntos, compartimos y nos reímos”, reafirmó.
Por otro lado, aseveró que “nunca la amenacé, no tenía con qué. Esa llamada fue para conversar porque escuché que estaban rumoreando y mencionando mi nombre. Trato de resolver los problemas por los medios común y corriente, que era llamar a la otra persona para conversar y aclarar el asunto, pero en ningún momento la amenacé”, dijo.
Por lo mismo, es enfático en asumir que “encuentro terrible y ridículo” que se le señale como parte de una manada que va a las discos a buscar chicas. “Que un grupo de amigos de vaya a Pucón a pasar un 18 de septiembre no da para que se nos indique como un grupo de degenerados. Al contrario, fuimos a pasarlo bien y durante la estadía no hubo ningún problema, todo se suscitó después, cuando se tergiversaron las cosas”, continuó.
En este escenario, Martín se considera “inocente. No soy culpable. Sé que no hice nada malo (…) Uno es inocente hasta que se demuestra lo contrario. Se me condenó antes de llegar a un juicio, se me ha culpado por algo que no hice. Ni el fiscal se ha pronunciado, ni siquiera he sido formalizado”. Por esto, el acusado reafirmo que, aunque lamente la pérdida de Antonia, “no me siento responsable, esto fue una relación consentida”, finalizó.
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