En horas de trabajo se puede comer liviano, y para hacerlo, lo primero es dejar de lado ciertas costumbres como el café de media tarde, que en más de una ocasión termina como una once acompañada por galletas.
Comer sano es una decisión que se puede tomar fácilmente sólo con proponérselo, pues decidir comer bien o mal solo dependerá de nosotros. Por esto, Fernando Espina, Director de la Escuela de Salud de AIEP, nos entrega ocho consejos para seguir una dieta sana y nutritiva.
1. Lleva contigo tu comida
Muchos caen en la trampa de comer en lugares donde “cocinan de manera saludable” y lo que ahorrarás lo puedes gastar en darte un gusto.
2. No olvides tener a tu disposición frutas, barras de cereal, yogurt o galletas de agua
Son ideales para la colación de media mañana y de media tarde. De esta forma evitarás sacar de la máquina snacks productos con alto contenido de grasa.
3. Planifica un menú semanal
Para aquellos que les da terror comer siempre lo mismo, tomarse unos minutos el domingo por la tarde ayudará considerablemente. Cocina y guarda tus porciones para la semana.
4. Desconéctate y come lento
No hables mientras masticas, aprovecha la hora de la comida para desconectarte e intenta no hablar de temas laborales ni de temas conflictivos, come al aire libre, para volver más renovada a tu puesto de trabajo.
5. Aléjate de las fuentes de tentación
Lo mismo debes hacer con los lugares donde venden comida poco saludable.
6. Picar frutos secos como maní, almendras o nueces (sin sal)
En pequeñas cantidades, éstas pueden ser una buena opción, ya que aportan mucha energía.
7. Debes beber mucho líquido
Durante invierno conviene el uso de hierbas, son de baja calorías y existen muchas variedades, además de no aburrirte siempre con el mismo sabor.
8. Haz elecciones inteligentes
Comer fuera de casa no significa tragar un plato de pasta con crema o una hamburguesa. Busca opciones más saludables, ensaladas, sopas y demás, recuerda que el carbohidrato tiene que ser natural o integral y si eso falla, sáltalo y come una fruta, pero nunca te saltes las comidas.
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