El peeling es un método anti edad que ayuda a atenuar arrugas, manchas, cicatrices y recuperar la salud de la piel.
La creencia de que sólo en verano hay que preocuparse por nuestro cuerpo y rostro ha provocado que en los meses más helados del año las mujeres se relajen y descuiden. ¡Gran error! En este período la epidermis también se deteriora y hay que tener tanto o más cuidado para protegerla.
Al hablar de tratamientos estéticos, es imprescindible nombrar el peeling, protagonista en estos días fríos y helados, ya que es recomendable realizarlo en meses de poca o nula exposición solar.
Cada 28 días, la piel se recambia por sí misma, eliminando las células muertas que se depositan con el tiempo en la capa más superficial de la epidermis. Sin embargo, el peeling facial acelera la descamación natural de la piel, otorgándole más luminosidad, elasticidad y suavidad, al dejar al descubierto las células “jóvenes” de la piel.
La kinesióloga de Centro de Estética Pretty Woman Lo Barnechea, Silvana Mardones, explica que “es muy aconsejable realizar este tipo de tratamiento en invierno puesto que debemos protegernos del sol, ya que la nueva piel será mucho más sensible a los efectos de los rayos solares”.
Mardones, sostiene que los peelings faciales están especialmente recomendados para quienes buscan renovar y homogenizar el aspecto de la piel, destacando entre sus principales aplicaciones las siguientes:
Reducción de cicatrices y manchas.
- Mejora el aspecto de pieles con envejecimiento prematuro por exposición solar.
- Realiza limpieza de las pieles seborreicas, dando un aspecto más sano y natural.
- Reduce ciertas cicatrices de acné y la presencia de poros abiertos.
- Reduce líneas de expresión y arrugas.
- Mejora del aspecto de las estrías.
- Elimina los puntos negros.
Los resultados se observan desde la primera sesión, lográndose una piel más fina, tersa, luminosa y un aspecto más joven.
Existen distintos tipos y técnicas por lo que es recomendable consultar con un especialista antes de iniciar un tratamiento.
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