Existen siete principios fundamentales que deben estar siempre presentes en pilates, el alineamiento, la centralización, la concentración, el control, la precisión, la fluidez y la respiración.
El método pilates tiene su centro en el desarrollo de los músculos internos para mantener el equilibrio corporal y dar estabilidad y firmeza a la columna vertebral, por lo que es muy usado como terapia en rehabilitación y para curar y prevenir algunas dolencias del aparato esquelétic.
Aunque este método ha dado lugar a una gran cantidad de estilos y aplicaciones, existen siete principios fundamentales que deben estar siempre presentes: alineamiento, centralización, concentración, control, precisión, fluidez y respiración.
Los ejercicios están fundamentalmente compuestos por movimientos controlados, muy conscientes, y coordinados con la respiración. “Los beneficios de éste y otro tipo de deportes es que fortalecen la musculatura y también el alma, favoreciendo el sistema esquelético con respecto a sus músculos y a la fijación de calcio”, explica el Dr. Jorge Barrios, traumatólogo de Vidaintegra.
“Esto produce un bienestar físico y psíquico porque se ha demostrado que el ejercicio produce endorfina que es la droga de la felicidad y del amor”, agrega.
Tipos de Pilates
Aunque hoy en día existen muchas disciplinas englobadas bajo este término, todas ellas se pueden agrupar en dos: las que se realizan con la ayuda de máquinas especiales y las que se practican en el suelo, sobre una colchoneta.
El practicado con máquinas se realiza con la ayuda de variados aparatos como el reformer, una especie de cama sobre la cual se desliza una plataforma mediante unos rieles; y el trapecio, una suerte de cama con una estructura de acero sobre ella de la que el practicante puede colgarse en distintas posiciones usando diversas cuerdas. También se utiliza la silla, la que tiene unos pedales que pueden quitarse o ponerse para disminuir o aumentar la resistencia, y unos apoyos laterales para subirse sobre ella.
Por último también se usa el barril, una estructura con forma de medio cilindro para estirar la columna vertebral.
El que se practica en el suelo incluye diversos accesorios tales como aros, bandas elásticas, pelotas y tablas de salto.
“En ambos se busca fortalecer y equilibrar la musculatura, haciendo que ésta sea más sincrónica, aunque médicamente es mejor el de suelo porque el otro requiere supervisión profesional”, dice el traumatólogo.
Es importante destacar que antes de practicar pilates y cualquier otro deporte es fundamental hacerse una evaluación traumatológica. “El Pilates particularmente no le hará bien a aquellas personas que tengan artritis, lumbago y contracturas, por ello, es indispensable que el médico haga una evaluación y determine si es posible o no practicarlo”, añade.
Mejores resultados
Los especialistas recomiendan practicar Pilates paralelamente a otro deporte, ya que éste es considerado una técnica de relajación lúdica.
“Siempre se debe buscar un equilibrio a través de la práctica de más de un deporte, en el caso del Pilates, es recomendable combinarlo con alguno de tipo aeróbico como la natación, así la persona verá más y mejores resultados físicos y mentales a mediano y largo plazo”, dice.
Por qué hacer Pilates
•Reafirma el cuerpo aumentando su forma física en general.
•Mejora la alineación postural y corrige los hábitos posturales incorrectos.
•Aumenta la flexibilidad, la agilidad, el sentido de equilibrio y mejora la coordinación de movimientos.
•Mediante la respiración y la concentración se logra un estado de relajación global permitiendo con ello eliminar el estrés y las tensiones musculares y rigideces.
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