Las bajas temperaturas de los últimos días y las condiciones atmosféricas que nos rodean en invierno son verdaderos enemigos de la piel y para resguardar el órgano más grande del cuerpo, la sub directora de Estética Integral de AIEP, Isser Donoso, entrega sus secretos para que no sufra mayores trastornos.
1. Humedecer los ambientes
Si bien para esto puedes recurrir a un humidificador, basta que coloquemos un vaso de vidrio con agua junto a la estufa para que el calor genere su evaporación y se eleve así el grado de humedad.
2. No ducharse con agua muy caliente
La temperatura muy alta del agua daña las capas protectoras de la piel. Si bien muchos disfrutarán convirtiendo sus baños en verdaderos saunas, es más saludable para nuestra piel utilizar agua tibia para ducharnos. Además, evita prolongar el baño por más de 10 minutos.
3. Secarse con delicadeza
Frótate sin usar fuerza excesiva, con cariño. Así estimularás la circulación de la sangre. Mejor si lo haces con suaves palmaditas.
4. Exfoliación una vez a la semana
Hacerlo siempre con suavidad y mediante pequeños masajes circulares sobre la piel ligeramente humedecida, emulsionando el producto exfoliante para darle mayor untuosidad.
5. Hidratación
Utiliza una crema hidratante periódicamente. Prefiere hacerlo después de una ducha o exfoliación para prolongar el efecto.
6. Manos protegidas
Utiliza una crema especial para manos varias veces al día, ya que son más propensas a resecarse. Cuando salgas a la calle, protégelas con guantes.
7. Labios embalsamados
Para que el frío y el aire seco no los dañe, utiliza un bálsamo labial que contenga vitamina E, un excelente antioxidante. Por ningún motivo utilices tu lengua para humectarlos, ya que sólo conseguirás que se resequen aún más.
8. Dieta equilibrada
Come grandes cantidades de fruta y verdura fresca, elimina o al menos reduce el consumo de azúcar blanco o sustitúyela por otros endulzantes naturales.
9. Hidrata tu cuerpo
Bebe suficiente agua, ya que si al cuerpo le falta agua, el primer lugar donde buscará reservas será en la piel, contribuyendo a secarla.
10. Capas para vestirse
Para evitar sudoraciones excesivas, usa varias capas de ropa que te puedas ir quitando si sientes calor. Preocúpate que la capa en contacto directo con la piel sea de algodón para evitar posibles alergias.
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