Ante el aumento en el número de mujeres en pos de lo que consideran “una vagina perfecta”, una organización de ayuda en Reino Unido lanzó una película animada para estimular el debate.
La película, titulada “Centrefold“, fue financiada por la organización Wellcome Trust y presenta a tres mujeres que discuten cómo la operación quirúgica para reducir los labios genitales, llamada labioplastia, las ha afectado.
Según el Servicio Nacional de Salud (NHS) de Reino Unido, el año pasado se llevaron a cabo más de 2.000 labioplastias en este país y en los últimos cinco años las operaciones se han multiplicado cinco veces.
A pesar del incremento en labioplastias, no existen regulaciones universales sobre el tamaño o la forma que deben tener los genitales femeninos normales.
Los investigadores afirman que se sabe poco sobre los efectos a largo plazo de esta operación y les preocupa que las mujeres no estén recibiendo suficiente apoyo psicológico antes de optar por esta cirugía.
Jessie, una de las protagonistas, dice que solía pasar horas hojeando revistas buscando a mujeres con labios similares a los suyos. No encontró a nadie. “fEsta fue más evidencia de que había algo mal conmigo y me hacía sentir como un total engendro”.
Jessie tenía sueños recurrentes en los que imaginaba que sus labios genitales eran una bufanda con la que podía envolverse el cuello. “Había gente a mi alrededor riéndose de mí y señalándome”, confiesa. Agrega además que “poco después de la operación soñaba que mis labios volvían a crecer y tenía que despertarme con un ataque de pánico”.
Un año después ya no tiene esos sueños. Y ahora, dice, “me siento muy tonta hablando sobre esto”.
TEMORES PSICOLOGICOS
Emma también pensaba que sus genitales eran anormales. Antes de la operación decía que sus labios eran “muy largos, oscuros y elásticos. Se veían asquerosos, todos marchitados”. Para ella, “era lo único en mi vida que me hacía sentir deprimida. Y estaba muy ilusionada con la labioplastia. Pensé que iba a ser el fin de todos mis problemas”.
“Pensé que mi vagina se vería hermosa, como una vagina de diseñador”.
Emma, sin embargo, todavía se siente infeliz con la apariencia de su vagina.
Como señala la doctora Lih-Mei Liao, psicóloga clínica de los Hospitales de la Universidad de Londres, las mujeres que buscan una labioplastia necesitan más oportunidades para hablar de sus preocupaciones. “Las preocupaciones sobre los labios genitales son esencialmente psicológicas”, dice la experta.
“Cuando una mujer dice que está preocupada por sus labios, los cirujanos escuchan la palabra ‘labios’ y operan. Yo escucho la palabra ‘preocupadas'”.
“Es difícil cuando la cirugía se anuncia como una solución directa. Esto dificulta que las mujeres se comprometan psicológicamente con lo que les está ocurriendo”.
La doctora agrega que los psicólogos “simplemente no están teniendo acceso porque la cirugía se presenta como la solución obvia”.
La Asociación Británica de Cirujanos Plásticos y Estéticos está pidiendo que se establezca un análisis psicológico obligatorio antes de someterse a esta cirugía cosmética. Afirma que un reciente informe encontró que las pruebas psicológicas rutinarias sólo se llevan a cabo en menos del 35% de los casos. La doctora Liao cree que la ansiedad o insatisfacción de una mujer con ciertas áreas de su vida pueden manifestarse como preocupaciones por su imagen corporal. “La cirugía puede llevarse a cabo, pero necesitamos verla como una solución extrema”, agrega.
Por su parte la doctora Sarah Creighton, especialista en ginecología, afirma que en su clínica la consultan niñas de incluso 11 años que quieren someterse a la cirugía.
Aunque un pequeño porcentaje de mujeres sí tiene labios anormales, dice, en la mayoría de los casos quienes están descontentas tienen lo que ella consideraría labios de tamaño normal.
La tendencia actual de llevarse a cabo arreglos púbicos extremos deja a los labios más expuestos. Y esto ha contribuido a que más mujeres quieran someterse a cirugía, dice la doctora Creighton. “Lo que deberíamos estar haciendo es buscar alternativas a la cirugía para que las mujeres puedan tener otras opciones en lugar de recurrir a una operación de la cual saben muy poco”, opina la experta.
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