Los clásicos signos como bostezos o cansancio dejaron de ser la evidencia consistente para nuestra falta de descanso. Existen otros argumentos de peso, hasta ahora desconocidos, que también expresan la escasez de sueño ¡Descúbrelos!
Si de pronto comienzas a tener hambre más veces durante el día sin razón aparente, podría ser debido a las pocas horas de sueño. Una investigación publicada en 2010 relacionó los periodos cortos de descanso con mayores niveles de la hormona Ghrelin, misma que despierta el apetito.
Este descubrimiento además sugirió que la hormona no sólo aumentaba las ganas de consumir alimentos fuera de las horas de comida, sino también que despertaba el deseo de comer productos altos en carbohidratos y bastante calóricos, lo que ayudó a muchos ceintíficos a explicarse por qué las personas que duermen menos tienen mayor tendencia a la obesidad.
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Si alguna vez te encontraste llorando frente a la televisión, y probablemente culpaste a ese tan molesto cuadro premestrual que nos afecta a las mujeres una vez al mes, la verdadera razón detrás de esa desatada sensibilidad, también tendría que ver con el sueño. Un estudio realizado en 2007 postuló que los cerebros de las personas cansadas o con sueño eran 60% más reactivas frente a imágenes negativas.
“El cerebro ha vuelto a comportarse de acuerdo a modelos más primitivos de actividad, en los que era incapaz de poner las experiencias emocionales en contexto y de producir respuestas controladas”, señaló Matthew Walker, autor del estudio.
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¿Un resfrío te persigue sin poder superarlo desde hace varias semanas? Quizás deberías reprogramar tus horas de sueño. En 2009 investigadores descubrieron que quienes duermen menos de siete horas cada noche presentan hasta tres veces más probabilidades de resfriarse que quienes lo hacen por más de ocho horas continuas.
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Si simplemente no das con el momento indicado para activarte sexualmente, el estrés no es el responsable, por lo que no es justo culpar a los problemas de salud. La solución está en pasar más horas entre las sábanas, pero durmiendo.
Tanto hombres como mujeres que no duermen las horas necesarias experimentan una notable disminución de su deseo sexual y decae su interés por la acción íntima. Según informes del WebMD, la falta de sueño también puede elevar los niveles de cortisol, hormona del estrés, lo que tampoco ayuda en la intimidad.
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La torpeza podría describirte en días de sueño extremo ¿o me equivoco? Efectivamente el sueño hace más lentas nuestras reacciones. Científicos aún no han llegado a una verdad absoluta para argumentar este punto, pero se han acercado afirmando que pueden tenerse problemas al enfocar, dificultad para reflexionar y sobretodo podría repercutir en la concentración.
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