Abdomen

Los peligros de las dietas flash

Por Biut y Agencias

Intentar disminuir varios kilos en corto tiempo puede provocar problemas cardiovasculares y arritmia, además de complicaciones sicológicas como irritabilidad y trastornos del sueño.

Las mujeres entre 18 y 36 años son las que más recurren a este tipo de regimen cuando se acerca el verano. Es importante tener en cuenta que no existen dietas rápidas milagrosas, porque éstas conllevan efectos adversos perjudiciales para la salud.

Según la nutricionista Carolina Imbert de Integramédica, los principales riesgos que pueden provocar estas dietas express son arritmia, anemia, disminución de las defensas, activación de herpes, aftas, caída del pelo, pérdida de masa muscular, sopor, enfermedades cardiovasculares, irritabilidad y cansancio. También producen deshidratación y constipación, lo que provoca que las personas se sientan más irritables, angustiadas y mal humoradas, y además causan alteraciones en el sueño porque están constantemente pensando que no puedes comer”.

Pero, ¿qué son las dietas rápidas? Son aquéllas que están compuestas principalmente por un sólo tipo de nutriente, lo que conlleva a los riesgos mencionados anteriormente.

La especialista puntualiza que las dietas formadas sólo por proteínas suelen ocasionar daños al riñón, aquéllas bajas en electrolitos pueden producir arritmia, las vegetarianas no suplementadas adecuadamente pueden originar anemia, y las altas en grasas suelen provocar problemas cardiovasculares. Es por este motivo que las dietas rápidas o milagrosas, saludables y sustentables en el tiempo no existen.

Si bien éstas pueden ocasionar una pérdida de peso acelerada, esta disminución no es saludable y provoca los efectos contraproducentes ya mencionados. “Además, como bajas rápido, después vuelves a subir. Un efecto rebote que puede significar obtener el mismo peso que tenías anteriormente o uno mayor”, añade Carolina Imbert.

Alimentación saludable

Más que realizar una dieta, lo ideal es llevar una alimentación sana. Esto tiene que ver con una restricción calórica moderada, acorde al requerimiento de cada persona: una alimentación libre de grasas, azúcar y alcohol, con un contenido de proteínas aumentado. Aunque las dietas altas en proteínas no son las más adecuadas, las proteínas son los nutrientes que más saciedad nos entregan. Por lo tanto, cualquier dieta o plan de alimentación saludable tiene que ser un poco más proteico que lo normal.

Dentro de esta alimentación saludable hay alimentos que están permitidos, como los hidratos de carbono, en total no más del 50 ó 60% del valor calórico total de la dieta. La experta sostiene que idealmente hay que preferir hidratos de carbono complejos como cereal, pan, arroz y fideos integrales, legumbres, frutas y verduras, lácteos -ojalá descremados y bajos en grasas-, además de carnes magras de vacuno, pollo, pavo y pescado. Los alimentos no permitidos son aquéllos que contienen un alto porcentaje de grasas saturadas y fritura, los que tienen mucha azúcar, productos de pastelería y el alcohol.

Conjuntamente, esta alimentación adecuada debe ser rica en fibra, con un consumo de, por lo menos, entre un litro y un litro y medio de agua, para hidratar el cuerpo. Otro aspecto fundamental es incluir a esta dieta la actividad física como hábito diario. Los ejercicios recomendados por la especialista van desde una caminata rápida diaria hasta cambiar el auto por la bicicleta, la natación y una rutina de gimansio.

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