Durante los últimos días, en muchos países se han hecho verdaderas guerras mediáticas en contra de las pastillas anticonceptivas, luego que Francia resolviera sacar del mercado la píldora Diane 35, tras un seguimiento que se hizo de las muertes a causa de este fármaco en ese país. Si eres de las que ahora desconfías de este método, aquí te mostramos otras opciones.
El uso de pastillas anticonceptivas ha hecho eco durante los últimos días, desde que en Francia se retirara del mercado la píldora Diane 35 -que se receta comúnmente a pacientes que presentan casos de acné- luego que se diera a conocer que en ese país han fallecido cuatro mujeres durante los últimos 26 años, debido a efectos secundarios de este fármaco. Las afectadas habrían muerto a causa de trombosis venosa, tras un periodo siguiendo el tratamiento anticonceptivo del laboratorio Bayer.
Las dudas sobre los pros y los contra de este tipo de anticonceptivo también se han generado en nuestro país, pues la mayor parte de la población femenina consume pastillas para prevenir embarazos, pese a los efectos secundarios -que son leves, hay que decirlo- entre los que se encuentran dolores de cabeza, mareos, sensibilidad mamaria, náuseas, sangrado entre periodos, disminución del apetito sexual y cambios de humor.
Si ya no confías tanto en estas “aliadas” que fueron parte importante en los inicios de la revolución femenina, debes estar tranquila. A continuación te mostramos alternativas a este método, que también pueden ayudarte.
Anillo Vaginal
Es nuevo y está de moda. Es pequeño y transparente y se usa dentro de la vagina, pero al igual que las pastillas, combina estrógenos y progesterona. La gracia que tiene es que una vez que te pones el dispositivo, te olvidas de él hasta la cuarta semana, cuando recién tienes que sacártelo para descansar.
Puntos a favor: Tú te lo pones y te lo quitas, no interfiere con tu vida sexual (porque es muy elástico), regula las menstruaciones, previene la aparición de quistes, de cáncer de útero y ovario.
Puntos en contra: Tiene los mismos efectos secundarios que las píldoras combinadas, pero más suaves, pues sus dosis hormonales son menores.
Inyecciones
Esta modalidad tiene una combinación de medicamentos, parecidos a los que tienen las pastillas anticonceptivas, pero en forma de inyección. Se ponen en los glúteos o en el brazo, cada 28 o 30 días. Tiene progesterona sintética, lo que espesa el moco cervical y reduce la ovulación, eso sí, debes ponértela cinco días después de la regla.
Puntos a favor: Como los efectos de este método duran tres meses, puedes relajarte y olvidarte de tomar algún remedio o ponerte algún dispositivo entre medio. Además, protege contra las enfermedades del endometrio y previene el cáncer de ovario.
Puntos en contra: Como es la tónica de los métodos anticonceptivos, también puede hacerte engordar, bajar la líbido y además hacerte perder masa ósea. Además, puede provocar que sangres entre las reglas, si es que tu organismo metaboliza mal una dosis tan concentrada de progesterona. Junto a esto, puede provocar ansiedad, nerviosismo y en casos contados, crisis de pánico.
DIU hormonal
El dispositivo intrauterino hormonal o DIU Mirena es un medicamento anticonceptivo de larga duración (dura hasta 5 años). Es pequeño, tiene forma de “T”, es de plástico y se coloca en el útero. Este dispositivo libera de forma continuada en cantidades muy pequeñas una hormona, similar a otra natural que produce el organismo femenino. En su extremo inferior, lleva dos finos hilos para facilitar su extracción y se diferencia del DIU o “T ” de cobre, en que los dolores menstruales que se tienen usándolo son más suaves.
Puntos a favor: No interfiere en la vida sexual de la mujer sexual, produce una disminución de la duración y de la cantidad de sangrado menstrual, por lo que se utiliza para el tratamiento en mujeres que tienen un sangrado abundante.
Puntos en contra: Sólo el ginecólogo puede introducir este dispositivo en el útero de la mujer, y debe hacerlo cuando ella se encuentre con la regla, ya que durante ese tiempo el cuello del útero se halla más abierto, lo que favorece su inserción. Además, si eres muy sensible a esta hormona podrías sufrir brotes de acné, cambios de ánimo y pequeñas hemorragias entre reglas. En algunos casos llega a provocar jaquecas, dolor pélvico y, tras meses de molestias, finalmente hay que retirarlo.
Implante
Es un pequeño tubito que el ginecólogo implanta bajo la piel del brazo y que libera en tu organismo progesterona y un tipo especial de estrógenos.
Puntos a favor: En general duran tres años y, como las inyecciones, te protegen de sufrir cáncer de endometrio y ovario.
Puntos en contra: Al principio, kilos de más e hinchazón, gases y espinillas. En algunas mujeres hace que desaparezca la regla por completo, pero en otras, puede provocar sangrados constantes -bastante molestos- que desaparecen por completo cuando se retira el implante.
Parche anticonceptivo
Esta novedosa modalidad de hormonas combinadas, se ha convertido en uno de los métodos más demandados por las mujeres -después de las pastillas-, debido a que es cómodo y tiene escasos efectos secundarios en la mujer.
Para usarlo, las chicas deben colocarse un parche por siete días, durante tres semanas y descansar de él en la última semana. El lugar donde se pega varía; puede ponerse en la parte superior de la espalda, en el brazo o el abdomen.
Este parche actúa liberando una combinación de progesterona y estrógenos, lo que aumenta la densidad del moco cervical, ayudando a evitar que los espermatozoides entren en el útero.
Puntos a favor: Se coloca de forma sencilla y cómoda, tiene un 99% de efectividad a la hora de prevenir embarazos y no interfiere en la vida sexual de la mujer.
Puntos en contra: Puede hacer que algunas mujeres presenten efectos secundarios, como dolores de cabeza frecuentes, náuseas, irritación cutánea en la parte en que se pega el parche y dolor abdominal durante la menstruación.
Si hacemos un balance, todos los métodos anticonceptivos que existen en el mercado tienen beneficios y efectos colaterales que pueden alterar el funcionamiento de nuestro cuerpo. Por eso, lo más recomendable es que antes de comenzar un tratamiento de este tipo, vayas al doctor, pidas su opinión y te realices un chequeo completo para descartar alguna enfermedad que pudiera interferir con el sistema que quieras seguir.
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