Siempre se ha pensado que evitar el consumo de ciertos alimentos por un tiempo prolongado puede afectar la salud de las personas o generar trastornos negativos en el sistema nervioso y digestivo, sin embargo esta percepción cambió: según un estudio hecho por científicos de la universidad de Jiaotong, en Shanghái, China, estar a dieta de forma constante puede alargar el tiempo de vida en animales y también en humanos.
Equilibrio y más vida sin necesidad de hacer ejercicio
Según el experimento, cuyos resultados fueron publicados recientemente en la revista Nature, las pruebas hechas a ratones mostraron que comer menos favorece la expansión de la flora bacteriana saludable en el aparato digestivo, situación que, al mismo tiempo, reduce el número de bacterias que tienen una actividad dañina para el organismo.
Según Zhao Liping, investigador jefe de la Escuela de Biotecnología y Ciencias de la Vida de dicha universidad china “aquí mostramos cómo una restricción de calorías a lo largo de toda la vida, en dietas tanto altas como bajas en grasas, y no el ejercicio voluntario, cambian significativamente la estructura general de la colonia de microorganismos intestinales del ratón C57BL/6 J”, explica de forma detallada el líder del grupo.
En otras palabras, hacer dietas hace que los seres vivos puedan “establecer una arquitectura de microbios intestinales estructuralmente equilibrada, que puede forzar un beneficio de salud para el huésped por la reducción de la carga de antígenos del sistema digestivo”, indica el investigador.
Otros beneficios
Junto con descubrir que las dietas prolongadas pueden hacer que los seres vivos tengan más expectativas de vida, los investigadores asiáticos también detectaron que restringir la ingesta de alimentos ayuda a reducir los niveles en el suero sanguíneo de la proteína del lipopolisacárido (LPS) -una toxina-, que es un indicador de inflamaciones, un estado que por lo general se asocia a problemas cardiovasculares.
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